Revolucionaria cirugía contra tumores

Revolucionaria cirugía contra tumores

El radiólogo de la Clínica Mayo, Jeffrey Peterson, M.D., está realizando ablación por radiofrecuencia (ARF) para el tratamiento de tumores duros de estructura semejante a la del hueso o a su estructura matriz.

Estos inician los tumores en los huesos, y si bien es raro, usualmente ocurre en las extremidades inferiores de los adolescentes y adultos jóvenes. Los pacientes habitualmente sienten un dolor persistente en el área. En aquellos casos en que los anti-inflamatorios no esteroidales (AINES) no ayudan a manejar el dolor, los pacientes tradicionalmente optan por la cirugía para remover el tumor. La ARF es un tratamiento mucho menos invasivo, preserva la salud del hueso y el paciente habitualmente regresa a sus actividades normales unas horas después del procedimiento.

“El problema de la cirugía es que la localización intraoperatoria del tumor puede ser difícil”, dice Peterson. Si no es totalmente removido, el tumor crecerá nuevamente. Y debido a que los cirujanos no pueden determinar exactamente dónde está el centro del tumor es necesario remover una parte importante de hueso. “Usualmente esto requiere de una prolongada convalescencia después”, dice Peterson. “En algunos casos eso significa evitar poner peso sobre el hueso por un período prolongado sólo para que el hueso se recupere. Y si se extrajo una parte importante del hueso el paciente se arriesga a tener una fractura”.

Las personas que optan por la ARF usualmente son sometidos a anestesia general antes del procedimiento, el cual toma aproximadamente entre 90 minutos y dos horas. Con una tomografía computarizada como guía, la cual permite ver el tumor, Peterson introduce una aguja de biopsia a través de la piel del paciente hacia el centro de la lesión en el hueso. El centro de la aguja provee un espacio donde se introduce un electrodo de radiofrecuencia. Se enciende y la energía de radiofrecuencia es irradiada por el electrodo, generando un calor que destruye en tumor.

“La parte crítica del procedimiento es lograr introducir la aguja de biopsia exactamente en el centro de la lesión”, dice Peterson. “Una tomografía computarizada puede obtener mediciones precisas de menos de un milímetro. De manera que fácilmente se puede distinguir después exactamente dónde está la aguja y dónde estará el extremo del electrodo. A pesar de que éstas son pequeñas lesiones, una tomografía tiene la capacidad de dar buenas imágenes de ellas”.

Aún no se sabe cuáles son las causas de los osteomas osteoides. Según Peterson, una teoría es que son productos de heridas traumáticas como las fracturas.

Animado por un hermano mayor, Matthew Houser saltó desde arriba de las escaleras del sótano y se quebró una pierna cuando era un niño. Cerca de 12 años después, su pierna comenzó a dolerle en el lugar de la fractura. Después de 6 meses de haber estado tomando anti-inflamatorios no esteroidales, el dolor comenzó a ponerse peor. Se sometió a una infructuosa cirugía y a una inyección de anestesia antes de que finalmente se le diagnosticara un osteoma osteoide. Fue referido a la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida, donde Peterson aplicó ARF. Unas pocas horas después del procedimiento, Houser estaba caminando sin dolor.

Fuente: Clínica Mayo, EE.UU.

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