AMMAN (AFP).- El rey Abdalá II de Jordania advirtió que un ataque a Irán haría “estallar” toda la región, y calificó de “incidente desafortunado” el ataque israelí del martes contra la prisión de Jericó, en una entrevista concedida ayer, miércoles, a la AFP en Ammán.

Abdalá II subrayó que la “amenaza para la seguridad y la estabilidad regionales sería grave si la fuerza fuera utilizada para resolver el problema” iraní.

“Un ataque contra Irán haría estallar toda la región”, dijo el monarca, al estimar que “el diálogo, la paciencia y la diplomacia son la única solución” a la negativa de Teherán de suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio, pese a las peticiones de la comunidad internacional.

El rey calificó además de “amenaza para la paz y la seguridad” de la región la operación israelí del martes contra la prisión de Jericó, en Cisjordania.

“Más habría valido que las partes implicadas encontraran otra fórmula para tratar este caso”, estimó Abdala II, quien indicó que el ataque había suscitado “tensión y reducido las posibilidades de crear un clima adecuado para sacar adelante el proceso de paz”, entre israelíes y palestinos.

Afirmó que su país —que expulsó desde 1999 a varios miembros de Hamas, entre ellos al líder político del movimiento, Jaled Mechaal—, está dispuesto a “tratar” con esta formación islamista radical, a través de la Autoridad Palestina.

Instó a Hamas, ganador de las últimas elecciones legislativas, a “tratar con las realidades regionales e internacionales” y exhortó a “la comunidad internacional a respetar la elección de los palestinos, a dar una oportunidad a Hamas sin juzgarlo antes de que presente su programa y su visión”.

El rey estimó que “el interés internacional por la cuestión palestina ha disminuido” y alertó que si Israel y los palestinos “continúan pagándose mutuamente con la misma moneda, en dos años no quedará más territorio por el que negociar”.

“Un día un abogado me dijo que una buena solución se da cuando las dos partes están descontentas, puesto que ambas han debido hacer concesiones”, señaló el monarca.

Abdala II renovó asimismo su “invitación a todos los jefes religiosos iraquíes para reunirse en Ammán y encontrar un consenso religioso que llevaría a un consenso político”.

“Insto a nuestro hermanos en Irak a reconocer la gravedad de la situación y a no escuchar a aquéllos que están a punto de promover la división y la discordia entre sunitas, chiítas, kurdos y turcos”, aseveró.

Explicó que Jordania “continuará con el entrenamiento de las fuerzas armadas y la policía iraquíes en su territorio”.

El rey reconoció que el “caos” en Irak se ha traducido en una “gran carga securitaria” para Jordania.

“Hay muchos grupos terroristas que han encontrado en Irak un terreno fértil para realizar sus objetivos, sobre todo Al Qaida, que ha adoptado una estrategia que consiste en utilizar a iraquíes para golpear Jordania”, deploró el dignatario jordano.