Wilhelm Brouwer nació en la ciudad de Arnhem, Holanda. Llegó de visita a Santo Domingo en 1954 y el encanto de la isla lo motivó a quedarse, fundando varias empresas e instituciones como la Cámara Holandesa de Comercio y la Federación de Cámaras Europeas.
Por su legado intachable y sus aportes significativos al país, el embajador del Reino de los Países Bajos, Robert de Leeuw, abrió las puertas de su residencia para homenajear la vida de Brouwer en presencia de familiares, amigos y relacionados.
Durante la emotiva ceremonia Brouwer recibió la medalla de rango de Caballero en la Orden de la Casa de Orange-Nassau que otorga el Rey Willem-Alexander, del Reino de los Países Bajos.
El embajador de Leeuw indicó que el reconocimiento, es uno de los máximos otorgados a un ciudadano holandés, y le fue concedido por sus labores para la comunidad holandesa en República Dominicana durante los años en que no hubo representación diplomática en el país.
Asimismo la Cámara Holandesa de Comercio de República Dominicana de manos de su presidenta Taiana Mora le otorgó una placa de reconocimiento por su labor en favor de las relaciones entre ambos países, por su visión, vocación de servicio, además de sus innumerables aportes a la Cámara Holandesa como presidente fundador en el 1989.