Un derroche de calidad vocal y musical fue lo que se produjo la noche del miércoles en el Teatro Nacional con el concierto sinfónico de los cubanos Rey Ruiz y Aimée Nuviola.
Ante la química que se produjo entre ambos artistas que tuvieron como cómplices a la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, no hizo falta que la sala Carlos Piantini estuviera llena.
Con la magistral dirección musical del maestro Amaury Sánchez, la noche transcurrió entre hermosas melodías, bellas canciones y constantes diálogos entre Rey y Aimée que convirtieron la velada en un concierto casi íntimo.
Tras la introducción de la Filarmónica, a las 8:45 de la noche, aparecieron en escena los protagonistas para interpretar juntos la primera canción (“Ago más que amigos”) y saludar al público: “Es una honra para nosotros estar aquí en un país que nos ha brindado tanto apoyo. Felicidades para todas las madres en este mes de celebración”.
De inmediato, con su timbrada y fuerte voz, Nuviola entonó el conocido éxito “Dos gardenias”, para dejarle el escenario a Ruiz con las salsas “Luna negra” y “Si te preguntan”.
De ahí en adelante, los cantantes fueron alternando canciones hasta que llegó el momento en que recordaron a Celia Cruz con la salsa “Bemba colorá”, una de las más disfrutadas por la audiencia con el salero y el sabor tropical que le inyecta Aimée.
Después de un corto diálogo e interacción con el público, los dos hicieron a dúo el tema “Me equivoqué”. Es entonces cuando el escenario se pone a media luz y ella se sienta en un piano de cola para acompañarse a sí misma en la canción “Nada es para ti”.
En el mismo piano se produce la introducción del éxito de Rey Ruiz, “Piano”, que comenzó como bolero y continuó en su ritmo salsa, para deleite de los presentes.
La alegría y los aplausos continuaron cuando Aimée vocalizó “Lágrimas negras” y se acentuó cuando a seguidas Ruiz cantó otro de sus éxitos en salsa: “No me acostumbro”.
Las últimas canciones del concierto sinfónico fueron “El espacio”, “Mi media mitad” y “La tierra del olvido”, para cerrar por todo lo alto con la hermosa canción de Juan Luis Guerra “Como abeja al panal”, otra de las más gozadas y coreadas por el público. A las 10:45 de la noche los protagonistas hicieron la reverencia: Aimée, Rey y el maestro Amaury Sánchez.