Noel de la Rosa lamenta las alteraciones emocionales de una madre adolescente, al tener que cuidar a un niño.
El psicólogo Noel de la Rosa señala que la RD no tiene un sistema que ayude a las madres adolescentes a planificar la vida.
Este 6 de enero, la adolescente Carol Ramírez no tiene regalos de Reyes de juguete. Tiene un bebé real que la convierte -a sus 14 años de edad- en la primera parturienta del 2022 del Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, y a decir del psicólogo Noel de la Rosa, las variables anticipan que se le robó la niñez, con el riesgo de la deserción escolar y el futuro atrofiado.
De la Rosa, quien también es profesor universitario, analiza el fenómeno de los embarazos en adolescentes, a partir del caso de Carol y de que el año pasado, en República Dominicana se aprobó la ley que prohíbe el matrimonio con menores de edad o infantil; por lo que entiende que las preguntas aquí son: ¿quién embarazó a la adolescente y si será apresado y sometido a los tribunales?
Destaca el hecho de que persiste la falta de política de Estado para proteger a las adolescentes embarazadas y comparte la preocupación de que no salga una autoridad gubernamental a asistir a la menor que ha parido.
Afirma que las estadísticas de hace unos años refleja que casi el 60% los partos ocurren en adolescentes de entre 12 y 16 años.
El profesional de la conducta relata el sentir de una madre adolescente, con una plataforma congnitiva que no es apta para la maternidad, ya que la madurez emocional y el nivel de conciencia de lo que necesita una madre no esta en capacidad. “A los 14 años, una madre es un niño que va a criar a otro niño. No creo que la sensación que se produce a los 14 años sea de felicidad. Es más de tristeza que de alegría”.
De la Rosa saca a relucir el estrés o cansancio que produce un niño a una madre adolescente, al no estar preparada para lidiar con el compromiso de un adulto, el impacto podría ser peor social, económico y de la transformación física, al no contar con un grupo de apoyo o de su familia. ”Obviamente que va a vivir emociones negativas muy significativas”. Sumado a que la madre adolecente deberá dejar de lado actividades de niña, como jugar y estudiar.
Cita que hasta los padres experimentados, padecen emociones y presiones al tener que criar a sus hijos.
Prevención-comportamiento
Ante este hecho, el especialista indica que existen padres con tantas necesidades básicas, que no tienen tiempo para pensar en la alteración de la vida de su hija madre, con un impacto social y económico, rechazada y el desmoronamiento de su futuro, que será limitado al tener que invertir los roles sin madurar en la edad.
Riesgo de no vivir la adolescencia
De la Rosa sostiene que personas adultas emiten comportamientos de niños porque no vivieron esa etapa. “Eso le puede pasar a esta niña; sufrir el rechazo de sus amigas en la escuela”. El dinero que se invertía en ella, podría destinarse a su niño o empezar a trabajar. Cuatro médicos asistieron el parto.