PORT ST. LUCIE, Florida.- Dicen que José Reyes tiene las manos del venezolano Omar Vizquel, cubre la cantidad de terreno del boricua Roberto Alomar y supera en fortaleza de brazo a su compatriota Rafael Furcal.

De ahí que los Mets de Nueva York vean al dominicano como una suerte de salvador de una franquicia que en el 2003 esperaba contender por el título y quedó relegada al sótano de su División.

Tras brillar en las Menores, probó en apenas 42 juegos con los Mets que los reportes sobre su talento no estaban errados, dándole un nuevo sentido a la palabra esperanza.

»José es tan bueno como lo habían vendido», expresó el lanzador ex Marlin, Al Leiter. «Uno siempre quiere que conecten por donde juega él, porque es un out automático».

En un principio, los Mets ascendieron a Reyes por unos días, pero su trabajo fue tan soberbio que el club lo retuvo por el resto de la temporada.

»Aprendí mucho y, sin duda, eso habrá de servirme esta temporada», indicó Reyes. «No estoy contento con haber llegado. Ahora empieza la lucha por la permanencia».

Cuando los Mets firmaron a Kazuo Matsui, el mejor pelotero japonés desde la llegada de Hideki Matsui a los Yankees, le pidieron a Reyes que pasara a la intermedia.

El equipo temió que el dominicano recibiría con cierto desagrado la noticia, pero Reyes aceptó gustosamente el reto de una nueva posición, y a los pocos días comenzó su proceso de aclimatación.

»Me parece como si hubiera jugado segunda toda la vida», afirmó Reyes. «He trabajado mucho en la mecánica. Creo que contaremos con una buena combinación».

Pero los Mets no sólo se frotan las manos por el talento defensivo de Matsui y Reyes. El equipo sueña con que se conviertan en una réplica ofensiva del exitoso dúo Marlin de Juan Pierre y Luis Castillo al tope de la alineación.

Tanto el japonés como Reyes -que se convirtió en el jugador más joven de la historia en pegar jonrones desde ambos lados del plato- son ambidextros que pueden aunar fuerza y tacto.

»El equipo espera bastante de nosotros», señaló Reyes. «Creo que ya tocamos fondo y ahora nos toca salir a flote».

Las expectativas alrededor de Reyes son altas. La prensa neoyorquina lo califica de fenómeno, de mágico y de otros fabulosos adjetivos.

»Lo importante es dar el máximo en cada juego», apuntó Reyes, quien cumplirá 21 años en junio. «Ya después empezarán los premios por su propio peso. Para ganar el Guante de Oro, primero hay que evitar los errores».