POR DIONISIO SOLDEVILA
Desde pequeños a los humanos se les enseña que robar no es bueno. Que es una mala costumbre y que va en contra de la moral. Pero el béisbol acepta libremente el robo, y de hecho, en algunas ocasiones lo motiva… pero por supuesto cuando se trata de robos de bases.

Esa importante faceta de juego ha ido desapareciendo en una era de poder y de jonrones como la que se vive en el presente, pero el primer bate de los Mets de Nueva York, el dominicano José Reyes, está contribuyendo a que el robo de bases sea una parte integral del béisbol de las Grandes Ligas.

Y eso tiene su razón de ser. Reyes encabeza las mayores con 38 bases robadas y lleva un ritmo de alcanzar una hazaña que no se logra en 20 años: alcanzar las 100 estafas en una campaña.

Reyes actualmente proyecta alcanzar 91 bases robadas en la temporada, pero las proyecciones tienen la posibilidad de aumentar o disminuir dependiendo del ritmo que lleve el pelotero, por supuesto.

El último jugador en robarse 100 bases en una temporada fue Vince Coleman, con los Cardenales de San Luis en la temporada de 1987.

Y es que el grupo de los 100 robos es selecto. Solo 13 peloteros en toda la historia del negocio han alcanzado los tres dígitos en estafas.

De hecho solo cuatro jugadores lo han hecho después de 1900, los nueve restantes lo hicieron entre 1887 y 1891.

Los cuatro peloteros de la “era moderna” con 100 ó más robos son Coleman, Rickey Henderson, Maury Willis y Lou Brock.

Lo más impresionante de todo es que Henderson y Coleman lo hicieron tres veces cada uno durante su carrera, siendo el mayor robador el primero, que se estafó 130 en la campaña de 1982.

Reyes es, sin duda alguna, el mejor robador de las Grandes Ligas en esta era. Lo que está haciendo con sus piernas es algo que no tiene comparación para estos tiempos, cuando el mayor total de robadas lo tuvo Scott Podsednik, cuando ganó el liderato de la Liga Nacional con 70 robadas.

Reyes ya tiene en su poder un liderato de bases robadas, el que consiguió el año pasado con los mismos Mets, cuando se robó un total de 64 almohadillas. En el 2005 ´también ganó cuando se “limpió” 60 bases.

Es por eso que ha recibido todo tipo de consideraciones de parte de las más prestigiosas publicaciones de los Estados Unidos.

De hecho, para muchos, incluyendo compañeros de equipo como su compatriota el lanzador Pedro Martínez, Reyes se encuentra entre los mejores jugadores de todas las Grandes Ligas, por su agresividad en el terreno de juego y por lo que logra en los partidos en el día a día.

Las lesiones ya son cosa del pasado, al menos ha sido así en las últimas tres campañas, para el hombre que perdió los primeros años de su carrera con problemas en las piernas, su principal herramienta de trabajo.

Pero ya esos son momentos del olvido, aseguran los Mets, que siguen manteniendo un cuidado extremo con el pelotero al que firmaron a largo plazo y por varios millones la campaña pasada.

La verdad es que la potencialidad de Reyes es enorme, y lo que hace en el terreno, ahora con mayor paciencia para recibir transferencias, es incomparable.