MADRID. AFP. Debilitado por problemas de salud y abrumado por algunos escándalos familiares, la sombra de una eventual abdicación planea sobre el rey Juan Carlos I de España, muy popular unos años atrás, aunque los analistas descartan este extremo a corto plazo.
«Estoy en plena forma, con energía y, sobre todo, con ilusión para seguir», aseguró Don Juan Carlos I a principios de febrero en una entrevista televisiva con motivo de su 75 aniversario.
El mensaje parecía destinado a silenciar los rumores sobre una posible abdicación, originados por un cúmulo de episodios relacionados con su estado de salud, algunos escándalos personales o la investigación sobre supuesta corrupción que pesa sobre su yerno, Iñaki Urdangarin.
Unos hechos con consecuencias nocivas dentro de un país hundido en crisis.