Rezo para que cierren el Congreso

Cuando oigo mencionar el barrilito o cofrecito me remonto a la época de los bucaneros y filibusteros. Esos que venían a Quisqueya a llevarse sus tesoros de una manera violenta y bélica.

Hoy tenemos lo mismo pero usan carros en vez de naves y se visten con trajes caros. Andan por nuestro país con placas oficiales y escoltas y comen manjares prohibidos para la gran mayoría que votó por ellos. La mayoría son analfabetos funcionales y no distinguen la diferencia de las buenas costumbres y la vulgaridad. Su trabajo es costosísimo y lento, con escasos resultados para la gran mayoría. Como borregos se juntan para seguir el mandato de alguien, siempre y cuando les permita, primero, generar cuantiosos beneficios. Los llaman equivocadamente honorables cuando no pasan de sepulcros blanqueados.

Son una vergüenza colectiva nacional aunque hay muy contadas excepciones.

Lo peor es que son electos cada cuatro años después que presentan al electorado toda una quimera bien montada.

Muchos deseamos se eliminen y se cambien por un organismo competente y ético que se distinga por su desinterés económico y el verdadero trabajo decente a favor de la colectividad.

Por eso rezo para que cierren este Congreso.