POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- Una tormenta acompañada de fuertes vientos, granizos y descargas eléctricas  provocó ayer tarde el desbordamiento de ríos y arroyos que inundaron calles, avenidas y viviendas de cientos de familia en más de 30 barrios  y causaron  daños al comercio y la industria. Mientras tanto, la Defensa Civil mantiene el alerta a aquellas familias que viven a orillas de ríos y arroyos, a fin de que se prevengan contra posibles inundaciones y deslizamientos de tierra.

 El fenómeno se produjo como consecuencia de una vaguada localizada sobre el territorio nacional, luego de un intenso calor que afectó esta ciudad y a otras del Cibao.

Un intenso aguacero de dos horas y 10 minutos paralizó prácticamente las actividades regulares en esta ciudad.

Empleados de la zona franca de  se quedaron aislados por más de tres horas, debido a que las calles y avenidas que circundan el consorcio empresarial fueron completamente anegadas.

Un camión de una empresa de refrescos que se averió en una calle del Reparto Peralta fue asaltado y saqueado por individuos no identificados, quienes trataron de agredir al chofer y su ayudante.

Las instalaciones de algunas empresas ubicadas en la carretera Duarte, entre Licey y esta ciudad, resultaron inundadas.  También se reportaron daños en pequeñas y medianas fábricas ubicadas en la parte baja de la ciudad.

El intenso aguacero causó daños a las redes telefónicas y eléctricas y los vientos derribaron árboles.

En algunas carreteras se produjeron derrumbes y deslizamientos de rocas, lo que produjo entorpecimiento del tránsito.

En la urbanización Embrujo III, la vivienda de la señora Santa Tejada, madre de dos niños y embarazada, se desplomó al caerle encima  una pared de concreto.

En las calles y avenidas de la parte baja de la ciudad muchos vehículos se averiaron y quedaron varados durante varias horas.

Se registraron inundaciones también en las avenidas Bartolomé Colón, Yapour Dumit, Salvador Estrella  Sahdalá, Juan Pablo Duarte, 27 de Febrero y en otras.

Francisco Arias, director regional del Comité de Emergencia y de la Defensa Civil, declaró que se inundaron cientos de viviendas, pero que se realizaba un levantamiento para determinar los daños y la cantidad de personas afectadas. Estas familias fueron sacadas de debajo de los puentes de la avenida Bartolomé Colón en la entrada de El Egido,  de Los Guandules, debajo del puente de Cerro Alto, Hoyo de Puchula, El Fracatán, Los Cocos de Jacagua, El Ciruelito y Hoyo de Bartola.

En estos sectores muchas familias abandonaron las viviendas cuando comenzaron a inundarse, pero  algunas lograron salvar varias pertenencias y a muchas las corrientes les destruyó lo poco que tenían.

La clase en las principales escuelas, liceos y colegios fueron paralizadas y muchas madres desesperadas que se trasladaron, incluso a pie, buscaban a sus hijos en los centros escolares.

El intenso aguacero produjo el desbordamiento del río Yaque del Norte, así como de los arroyos Nibaje, Gurabo, Matanzas y Jacagua.

Estos se salieron de su cauce e inundaron viviendas de las familias que viven en las orillas.