Ribera norte del Ozama es más vulnerable  que  La Barquita

Ribera norte del Ozama es más vulnerable  que  La Barquita

Las condiciones de vulnerabilidad en la  que habitan decenas de familias en Los Coordinadores y Las Cucarachas, en la margen de un caño del río Ozama, en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, son peores que en La Barquita de Los Mina.

En estos lugares todavía muchos no han podido regresar a sus casas por el lodo y la humedad que aún se mantiene luego que el Ozama las inundara por los aguaceros que dejó el paso de la tormenta Isaac.

Los colchones podridos, sacos con ropa dañada, muebles inservibles y personas sacando lodo de las casas es el panorama que todavía se vive en estos barrios marginados de Santo Domingo Norte, en donde, al igual que en La Barquita, esperan la visita del presidente Danilo Medina.

 Eulalia Luna Herrera, de medio ambiente y salud de la junta de vecinos, señala que lo peor de la zona es que ni siquiera cuenta con un lugar que les sirva de refugio cuando sus viviendas se inundan, ya que hasta a una pequeña escuela de cinco aulas con que cuentan, también se la traga el agua.

No titubeó para recordar que un proyecto habitacional de 128 apartamentos que construyó la pasada gestión que encabezó el presidente Leonel Fernández, supuestamente para lLos Coordinadores,  tres días antes de abandonar el poder se las repartieron los políticos, ni uno le fue entregado a Los Coordinadores.

Guillermo Pérez expresa que quienes viven en esa zona cifran su esperanza en el nuevo mandatario, ya que se sienten engañados y burlados por la pasada gestión, que el día que inauguraron los apartamentos los desalojaron del área con bombas lacrimógenas.

“Ahora a esas viviendas llegan unos turpenes en jeepetas, los están vendiendo hasta en 200 mil pesos, y otros los están alquilando entre dos 1,500 y tres mil pesos”, precisa indignado Pérez.

Gabriela Montero muestra uno de los colchones podridos por el lodo, así como muebles y ropa lista para sacarla al camión de la basura cuanto este cruce cerca, apenas quedaron ella y  sus hijos con lo poco que pudo sacar al salir huyendo cuando su casa fue totalmente tapada por el río.

En situación similar se encuentra Elso Ramírez (Bigote), quien todavía tiene a su familia en casa de un vecino en la parte arriba del barrio, mientras él se las arregla para colocar una tabla sobre bloques de concreto para tratar de dormir en la noche.

Yoselin Amador es madre de ocho hijos, y para colmo le colocaron encima de su casa una torre por donde pasan alambres de alta tensión, espera que el presidente Medina se apiade de la situación por la atraviesan junto a su familia, la que define como un “verdadero calvario”.

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