CABO HAITIANO (Haití) (EFE).- El presidente de Chile, Ricardo Lagos, expresó ayer el compromiso de su Gobierno con el restablecimiento de la seguridad y el orden en Haití, donde «hay que trabajar con una tremenda fuerza» porque «el desafío es enorme».

   Lagos, que llegó anoche procedente de Jamaica para una visita de un día, se reunió hoy en Puerto Príncipe con el presidente interino haitiano, Boniface Alexandre, y después visitó Cabo Haitiano, en el norte del país, donde están desplegadas las tropas chilenas que forman parte de la fuerza de paz de la ONU.

   «Aquí hay una responsabilidad de la comunidad internacional. Aquí hay una decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», dijo el mandatario chileno a la prensa tras encabezar la entrega de 32 toneladas de ayuda humanitaria en el puerto de Cabo Haitiano.

   Lagos recordó que «en un momento, Chile dijo no a una intervención porque no había acuerdo con Naciones Unidas», por lo que ahora, «tenemos que saber decir sí cuando hay acuerdo con Naciones Unidas y se nos pide la colaboración».

   El batallón chileno -356 soldados del Ejército y la Armada- están distribuidos en el norte y noroeste del país, en Cabo Haitiano, la segunda ciudad más populosa, y en Fort Liberté.

   Se espera, además, la llegada de ingenieros chilenos y de una veintena de policías de ese país, que instruirán a la policía haitiana.

   Además del restablecimiento de la seguridad y el orden, tras la revuelta de febrero que obligó al presidente Jean-Bertrand Aristide a dimitir y abandonar el país, Lagos subrayó que «hay temas sociales demasiado contundentes y fuertes», por lo que «tenemos que trabajar con una tremenda fuerza junto a las Naciones Unidas para dejar espacio a la esperanza».

   En su corta visita a Cabo Haitiano, donde llegó acompañado, entre otros, del jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional chilena, Juan Carlos Salgado; el viceministro de Exteriores, Cristián Barros, y del canciller haitiano, Yvon Simeon, Lagos saludó a los soldados chilenos en uno de los cuatro campamentos que tienen en la ciudad.

   «Lo que ocurre más allá de nuestras fronteras, tiene que ver también con lo que son nuestros problemas», dijo Lagos al dirigirse a sus soldados.

   «La presencia de ustedes significa el compromiso de Chile en el proceso multilateral y su rol es contribuir a que la esperanza vuelva a cada haitiano», agregó.

   El comandante del Batallón del Ejército chileno en Haití, Rodrigo Carrasco, dijo a EFE que los soldados, que serán relevados cada seis meses, cumplen tareas como apoyo a la policía en los procesos de desarme, patrullaje y seguridad.

   «Respondemos al llamado de las Naciones Unidas para asegurar la seguridad en Haití», declaró Carrasco.

   El presidente Lagos, que almuerza hoy con el primer ministro haitiano, Gerard Latortue, antes de partir a Chile, quiso tener contacto con la población civil y caminó por el puente «Hipólito» de Cabo Haitiano, donde la pobreza ofrece una de sus caras más crudas.

   «Hay mucho que hacer», apuntó Lagos, quien consideró que «hay que tener solidaridad con aquellos que como aquí están viviendo en condiciones tan difíciles» porque «es parte de nuestra responsabilidad en un mundo global».

   Durante su visita a Cabo Haitiano, Lagos encabezó la entrega de 32 toneladas de ayuda humanitaria para la población -alimentos no perecederos, tiendas de campaña, colchones, entre otros suministros- que administrarán en el país organizaciones como Caritas, Food For The Poor y la Cruz Roja.

   Lagos dijo, por otra parte, que «ha sido muy exitosa» la Conferencia Internacional de Donantes para Haití, que logró recaudar 1.085 millones de dólares en fondos nuevos para ayudar al país durante los próximos dos años.

   «Tenemos una lucha contra el tiempo, pero esperamos que la esperanza gane al desencanto», afirmó.

   El viceministro de Relaciones Exteriores chileno destacó que Lagos es el primer mandatario que visita Haití después de los sucesos del pasado febrero. EFE