Aunque el cielo bañaba con lluvia fresca su nueva tierra, los compatriotas que se dieron cita al primer encuentro del artista Ricardo Montaner con credencial dominicana, llegaron puntal a su llamado y recibieron al “Gigante de la Canción Romántica” aplaudiéndole de pie.
“Buenas noches compatriotas (emocionado), este es el primer concierto que hago como dominicano y el mensaje que tengo para mí de esto, es que Dios hace muchas travesuras y, probablemente de niño, jamás pude haberme imaginado vivir un sueño como el que estoy viviendo esta noche”, manifestó Montaner, a quien el pasado 22 de noviembre el gobierno dominicano le concedió la nacionalidad dominicana, a título de “naturalización privilegiada”.
Presentarse en diferentes países y sentir el cariño de la gente alrededor del mundo es algo habitual en la vida de un prolífero artista como Montaner; sin embargo, recibir el abrazo del pueblo que eligió como hogar no tiene precio.
El artista, sorprendido, apenas podía darle crédito a la energía que cargaba el auditorio, que, pese a las desfavorables condiciones climáticas, lo acogió a cuerpo de rey.
“Este un sueño que teníamos con mi esposa Marlene desde hace varios años y hoy, estar aquí parado, siendo uno más de ustedes, para mí es una gran alegría en mi vida, ¡que Dios bendiga República Dominicana, paisanos, vecinos” !, exclamó el artista para luego darle paso a una velada inolvidable.
Como pez en pecera, Montaner, quien llevaba tres años sin presentar un espectáculo multitudinario en suelo dominicano. pese a tener una residencia en Samaná, sacó su libro de poemas y vocalizó temas como “A dónde va el amor”, “El poder de tu amor” y “Solo con un beso”.
Justamente cuando el concierto estaba en su cúspide, el cantautor se despidió de un público que ni siquiera se movió de sus asientos. El artista nuevamente reapareció en escena y gritó que “el experimento funcionó”.
“Esto apenas empieza”, redireccionó Montaner para continuar mitigando el clima con música hecha poesía y con una sensibilidad rebosante que se manifestó a flor de piel en todo momento.
Finalmente, tras un show de dos horas y un público encantado, el artista se despidió cubriendo sus hombros con la bandera tricolor dominicana.

Artistas invitados. La hija del cantautor, Eva Luna, fue la sorpresa de la noche. La descendiente de Montaner, quien también goza de nacionalidad dominicana, sostuvo una interacción divina con su progenitor cuando justo interpretaron el icónico tema “La Gloria de Dios”.
Una vez finalizada su intervención, Montaner no pudo evitar sentirse nostálgico al anunciar que su hija, quien cantaba por última vez siendo soltera en un escenario, se casaría en febrero.
Eva y Marlene, madre e hija, han sido dos grandes fuentes de inspiración para el artista, que a lo largo de su carrera ha vendido más de 65 millones de copias de todos sus álbumes alrededor del mundo.
La contraparte del concierto que llenó el sábado la locación deportiva fue Martha Heredia.
A Venezuela
Ricardo Montaner, trasladado desde Argentina hacia Venezuela desde que tenía 4 años, no podía dejar pasar por alto la ocasión para enviarle un mensaje de aliento a la tierra que lo vio crecer y cultivó en él su amor por la música. “Algún día volveremos a la Venezuela libre que todos queremos”.