El jardinero Ricardo Nanita está jugando su novena temporada en la pelota invernal dominicana.

Pero el giro que ha dado su carrera de la primera mitad que jugó para los Tigres del Licey y la segunda, con los Toros del Este, es del cielo a la tierra.

En los primeros cuatro años jugando para el Licey, que lo escogió como su primera selección en el draft del 2004, Nanita prácticamente no tuvo oportunidad de jugar.

En cuatro años tuvo un promedio de .300 aunque con apenas 70 turnos al bate y solo 43 partidos.

“Las oportunidades en el Licey eran muy pocas. Ellos tenían jugadores de más status que yo. Yo solo traté de hacer lo mío cuando me dieron el chance, pero gracias a Dios vino el cambio a los Toros y eso cambió mi carrera”, dijo Nanita al Hoy.

“En el Licey viví muchas cosas y no me puedo quejar, pero veía muchas cosas que le pasaron a muchos jugadores que no estaban bien”, agregó.

Pero vino el cambio a los Toros, aquel en el que el receptor Ronny Paulino pasó a las filas del Licey.

Como regular con los Toros, Nanita pasó de ser un jugador de muy pocos partidos a uno de todos los días.

Ha promediado 41.2 partidos por temporada desde que llegó a La Romana y tiene un título de campeón en su bolsillo.

 “Me siento orgulloso de estar haciendo mi trabajo. Ha sido mucho el sacrificio y sin importarme lo que piense la gente trato de dar lo mejor de mí”, explicó.

Este año, mientras tanto, Nanita llegó a la jornada de ayer como líder de bateo con .362, con 34 hits en 94 turnos al bate.

“Nanita es un gran pelotero. Tenerlo en la alineación es algo que ayuda de una manera increíble”, dijo el dirigente de los Toros, Eddy Díaz.

Dicen que oportunidades de juego es que necesitan los peloteros para poder destacarse y el caso de Nanita, del Licey a los Toros, no podía ser una prueba más clara de ello.