EL CAIRO (AP) _ La secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice defendió nuevamente la instauración de la democracia en el Medio Oriente y argumentó el lunes que ya no hay nada que justifique la denegación de la libertad en la región.

Rice se pronunció ante 700 académicos, empresarios y funcionarios del gobierno de Egipto, que en pocos meses acogerá unas elecciones.

«El miedo a escoger ya no puede justificar la denegación de la libertad» , dijo Rice en la American University en El Cairo.

«Durante 60 años, mi país, Estados Unidos, buscó la estabilidad en la región sacrificando la democracia, y no hemos obtenido ninguna de las dos», señaló. «Ahora hemos cambiado de dirección. Apoyamos las aspiraciones democráticas de toda la gente».

Dijo que durante su segundo discurso de posesión, el presidente George W. Bush señaló que Estados Unidos no trataría de imponer un estilo norteamericano de gobierno en aquellos que no quisiesen y que el objetivo de su gobierno es el de ayudar a los otros a encontrar su propia voz.

«Es hora de abandonar las excusas que se inventan para impedir el duro trabajo de la democracia».

Rice fue crítica con los gobiernos de Arabia Saudí y Egipto por sus campañas contra la disidencia.

Alabó a decisión del presidente egipcio Hosni Mubarak de convocar elecciones, pero dijo estar preocupada por el futuro de las reformas en Egipto.

«El gobierno egipcio debe cumplir la promesa que le hizo a su pueblo, y a todo el mundo, de darle a sus ciudadanos la libertad de elegir».

La funcionaria también instó a los habitantes de la región a abandonar la violencia como herramienta para cumplir con un objetivo. Fue crítica con el grupo Hamas, considerado por Estados Unidos de organización terrorista, a quienes acusó de tener un pie en el panorama político y el otro en el campo de la violencia.

En la sesión de preguntas y respuestas, Rice defendió el trato que reciben los prisioneros de Estados Unidos.

Rice se encuentra en una gira por el Medio Oriente. El domingo, Rice dijo que sus encuentros con los líderes de Israel y los palestinos convencieron a ambas partes para compartir un compromiso, a fin de garantizar que la retirada israelí de Gaza se lleve a cabo de manera ordenada y pacífica.