BEIRUT (AFP).- La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que llegó ayer, lunes, a Beirut en una visita sorpresa, declaró estar profundamente preocupada por la situación del pueblo libanés, horas después de pedir un alto el fuego urgente, mientras Israel y Hezbolá prosiguen su intercambio.
Estoy profundamente preocupada por el pueblo libanés y por lo que le sucede. Estoy evidentemente preocupada sobre la situación humanitaria, declaró Rice, que se entrevistó con el primer ministro libanés, Fuad Siniora.
El presidente (norteamericano George W.) Bush quiso esta (Beirut) fuera mi primera parada, agregó la secretaria de Estado norteamericana.
Rice se entrevistó igualmente con el jefe del Parlamento, Nabih Berri, encargado por Hezbolá de negociar un eventual canje de prisioneros entre Israel y el movimiento chiita libanés.
Tras las discusiones en Líbano, abandonó Beirut con destino Israel, donde llegó durante la tarde, para reunirse con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas.
En Tel Aviv, un alto responsable norteamericano anunció, poco después de la llegada de Rice, que Estados Unidos donará 30 millones de dólares en ayuda humanitaria a Líbano y proporcionará material médico a los habitantes del país.
La visita de Rice a Líbano, quien llego proveniente de Chipre, constituyó una importante demostración de apoyo a los libaneses y al gobierno de (Fuad) Siniora, afirmó a la prensa un alto responsable estadounidense que pidió el anonimato.
El hecho que vengamos a Beirut, después de todo lo que ha pasado, constituye un mensaje espectacular para Líbano y su gobierno, prosiguió, antes de señalar que Rice quería discutir los elementos de una solución al conflicto.
La visita de Rice a Beirut fue por sorpresa, pues había partido de Washington hacia Tel Aviv. Antes de su llegada a Beirut, Rice declaró a la prensa que la acompañaba en el avión que pensamos que un cese del fuego es urgente, rompiendo así la línea mantenida por Washington hasta ese momento.
Pero precisó luego que es importante tener las condiciones para que (el cese del fuego) sea viable.
Mientras, el ejército israelí extendía sus operaciones terrestres en el sector oriental de Líbano sur, donde violentos combates lo oponían al movimiento chiita Hezbolá en torno a la ciudad de Bint Jbeil.
Dos soldados israelíes murieron este lunes durante los enfrentamientos con milicianos de Hezbolá, según la televisión por satélite qatarí Al Yazira. Otros 17 soldados resultaron heridos en la carretera entre Mahrun a Ras y Bint Jbeil, según la cadena qatarí.
Por otra parte, un helicóptero de combate israelí del tipo Apache se estrelló el lunes después de tocar una línea de alta tensión en el norte de Israel, en la frontera libanesa, según una fuente de la seguridad israelí.
Hezbolá afirmó que derribó un helicóptero israelí en las inmediaciones de la frontera, según anuncio de la televisión Al Manar, de esta formación. En el bando libanés, al menos 10 personas, entre ellas siete civiles, murieron en varios ataques aéreos israelíes.
Con estas muertes ya son 373, entre ellos 326 civiles y 27 militares y gendarmes libaneses, los fallecidos en el conflicto.
En cuanto a los heridos registrados en los 13 días de hostilidades, éstos ascienden a 786 civiles y 81 soldados y policías libaneses, según un recuento parcial establecido por la AFP basándose en fuentes policiales y de los hospitales.
Paralelamente, Israel parecía haber limitado sus ambiciones y objetivos señalados al iniciar la ofensiva militar contra Líbano.
Es el momento de que Israel revise sus objetivos para encontrar una salida a la crisis, declaró bajo anonimato a la AFP un ministro cercano al jefe del Ejecutivo israelí.
Hemos dado muchas esperanzas a la opinión pública, prometiendo desarmar al brazo armado de Hezbolá y decapitar su dirección. (…) Hará falta fijarse objetivos realistas, añadió.
El gobierno esperaba que el asunto estaría resuelto en pocos días; ahora el ejército pide varias semanas más para cumplir su objetivo, señaló.
El ministro dudó que Israel tenga tanto tiempo, mientras la comunidad internacional es cada vez más hostil a una ofensiva que ha provocado un desastre humanitario en Líbano.
El secretario general de las Naciones Unidas para la Acción Humanitaria, Jan Egeland, continuó este lunes su visita por la capital libanesa, y se dirigió a un centro de refugiados del sur del país, instalado en una escuela al este de Beirut.
El representante de la ONU reclamó un total de 150 millones de dólares para atender en los próximos tres meses a entre 500.000 y 800.000 civiles afectados por conflicto.
Un fracaso
JERUSALEN (AP).- La secretaria de Estado Condoleezza Rice llegó ayer, lunes, a Israel después que sus gestiones en el Líbano para terminar con el conflicto de Medio Oriente parecieron fracasar, al rechazar el presidente del parlamento libanés las propuestas que ella le presentó.
La funcionaria estadounidense se reunió ayer, lunes, en Beirut con el presidente del parlamento, Nabi Berri, pero las consultas fueron infructuosas debido a que «Rice insistió en un paquete global para poner fin a la violencia, dijo una fuente allegada al líder parlamentario.
Berri es el negociador de facto por Jezbolá.
La reunión de Rice con el primer ministro Fuad Saniora al parecer también fue tensa. Saniora dijo a Rice que la ofensiva israelí «nos va hacer retroceder 50 años y pidió «un cese al fuego pronto, según una declaración del gobierno libanés.
El paquete incluía un cese del fuego simultáneo con el emplazamiento de las fuerzas del ejército libanés y de una misión internacional en el sur del Líbano, y la retirada de las armas de Jezbolá de una zona de protección que abarca unos 30 kilómetros desde la frontera israelí, dijo el informante. Habló a condición de mantener su nombre en el anonimato porque el encuentro fue a puertas cerradas.
Berri propuso en cambio un plan de dos etapas: Primero el cese de fuego y negociaciones para un intercambio de prisioneros, luego un diálogo interlibanés para encontrar una solución a la situación en el sur de ese país, dijo la fuente.
Rice había elogiado anteriormente al primer ministro del Líbano por su valentía en su lucha por contener los enfrentamientos entre los guerrilleros de Jezbolá e Israel.
Rice se reunió con Saniora, otros dirigentes libaneses y parlamentarios para analizar los combates en el sur del Líbano.
Saniora recibió a Rice con un beso en cada mejilla y Rice le dijo: «Gracias por su coraje y perseverancia.
El primer ministro libanés le expresó a Rice que estaba complacido de su visita y agregó que su gobierno busca «poner fin a la guerra que se está librando en el Líbano.
Los dos se estrecharon las manos en una mesa de conferencias con dos banderas, una libanesa y otra estadounidense. Estaban flanqueados por una media docena de diplomáticos.
Rice llegó sorpresivamente a Beirut el lunes en una muestra de apoyo al débil gobierno del país, que no ha podido detener los enfrentamientos entre Jezbolá e Israel.
Se espera que Saniora y otros funcionarios libaneses presionaran a Rice para que pida un cese inmediato del fuego, algo a lo que hasta ahora se ha resistido el gobierno estadounidense.
Rice se reunió también durante unos 45 minutos con Berri, un aliado de Jezbolá y de Siria.
«Estoy muy preocupada por la población libanesa y lo que están soportando. Estoy obviamente preocupada por la situación humanitaria, declaró Rice al dirigirse a la reunión con Berri.
El legislador es una influyente figura de la complicada y dividida estructura política del Líbano. Aunque Estados Unidos considera a Jezbolá un grupo terrorista y no mantiene relaciones con él, Rice se ha reunido antes con Berri.
La funcionaria podría utilizar el diálogo con él para enviar un mensaje indirecto a Jezbolá y tratar de presionar a Siria.
Rice y el presidente estadounidense George W. Bush se han resistido a avalar un cese del fuego inmediato, al considerar que cualquier acuerdo de paz debe llegar con las condiciones apropiadas para asegurar que sea sustentable. Quieren que el acuerdo ayude al Líbano a controlar todo su territorio, incluyendo el sur, dominado hasta ahora por los milicianos chiíes de Jezbolá.
Rice planeaba asimismo viajar a Roma, donde se reunirá con funcionarios europeos y de gobiernos árabes moderados.
El gobierno libanés es sumamente débil y a pesar de resoluciones de la ONU y de reclamos internacionales, nunca desmanteló a Jezbolá, el grupo guerrillero islámico que se ha adueñado de la frontera sur y que atacó a Israel el 12 de julio, provocando la actual ofensiva israelí.
«Todos queremos que cesen los combates, tenemos el mismo objetivo, dijo Rice a los reporteros que viajaban con ella.
La violencia estalló después que guerrilleros de Jezbolá mataron a ocho soldados y secuestraron a otros dos en un ataque fronterizo del 12 de julio que provocó la mayor campaña militar israelí contra el Líbano en 24 años. En los enfrentamientos han muerto cientos de civiles, la mayoría en el Líbano.