PUESTO DE COMANDO TANGO, Corea del Sur (AFP).- La secretaria de Estado estadounidense Coondoleezza Rice visitó este sábado un centro de comando ultra secreto cerca de Seúl, donde saludó a los soldados que se encuentran en el paralelo 38 frente a Corea del Norte.

Rice llegó en helicóptero al puesto de comando Tango, un vasto búnker escondido en las montañas al sur de la capital surcoreana, donde son coordinadas las maniobras militares en cooperación norteamericana y surcoreana, que provocan la cólera de Corea del Norte.

«Les agradezco todo lo que hacen todos los días sobre la línea del frente de la libertad», en referencia al paralelo 38 que divide las dos Coreas, declaró Rice ante unos 300 soldados norteamericanos y surcoreanos en una gran sala de comando subterránea.

Rice es la más importante responsable estadounidense en acudir en este centro con aspecto de decorado para una película de espionaje, mezclando accesos protegidos por alambradas y sacos de arena y salas con equipos informáticos ultra sofisticados.

La prensa fue admitida por primera vez en este santuario, indicaron los miembros de su delegación. Los periodistas fueron relegados al hueco de una escalera sin salida, antes de poder asistir al discurso de Rice.

«Yo sé que os enfrentáis a un peligro constante» por parte de Corea del Norte, «que no es libre, ni democrática, y que no se preocupa mucho de los intereses de su pueblo», arguyó Rice.

Comparando la misión de los cerca de 30.000 militares norteamericanos destinados en Corea del Sur a la de los destinados en Irak o Afganistán, Rice añadió que «la marcha hacia la libertad continúa gracias a la fuerza de hombres y mujeres de las fuerzas norteamericanas y surcoreanas».

Las maniobras actuales reagrupan 17.000 soldados estadounidenses y un número no precisado de soldados surcoreanos, según un portavoz militar norteamericano en Seúl. Los portaviones norteamericanos «Kitty Hawk» y su grupo de batalla participan en el ejercicio.

El régimen norcoreano declaró esta semana que se trataba de «maniobras de guerra nuclear aspirando a una invasión del Norte», añadiendo que Corea del Norte tomaría «medidas necesarias, como el refuerzo de su arsenal nuclear» con fines de disuasión.

Rice instó antes desde Tokio a que Corea del Norte retomara «inmediatamente» las negociaciones de su programa nuclear. Ella aseguró que Estados Unidos no tenía ninguna intención de invadir o atacar Pyongyang.