Rice y Olmer estudian alto fuego

Rice y Olmer estudian alto fuego

Jerusalén, (EFE).- El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, se entrevistaron ayer en Jerusalén para estudiar las condiciones para un alto el fuego duradero en Líbano.

Según la radio pública israelí, Rice espera, en esta su segunda estancia en Oriente Medio en menos de una semana, atar una propuesta de resolución que podría presentar a la ONU el próximo miércoles.

En ella se fijarían las condiciones para el despliegue de una fuerza multinacional en la zona de Líbano que linda con Israel, desde donde ahora actúa la milicia libanesa chíi Hizbulá, y donde empezó el conflicto a raíz del secuestro de dos soldados israelíes por parte de ese grupo el pasado día 12.

Aún no se sabe si este segundo viaje de Rice a Oriente Medio en pocos días incluirá una nueva escala en Beirut, pero, en el vuelo desde Asia a Jerusalén, la secretaria de Estado tuvo palabras elogiosas para el gobierno libanés y su nuevo plan para un alto el fuego, que implica el desarme de la milicia.

Al margen de la reunión con Olmert, tras la cual no hubo rueda de prensa, fuentes de las delegaciones informaron a los periodistas bajo condición de anonimato sobre las concesiones que se podrían pedir a las partes.

A la parte israelí, se pedirían concesiones territoriales, en particular en la cuestión de las granjas de Sheba que Líbano reclama aunque Israel y la ONU consideran que pertenecen a Siria, así como la liberación de algunos prisioneros de Hizbulá y la entrega de un mapa de las minas que enterró en el país vecino durante la ocupación.

Israel exige que la milicia pro-iraní se retire de la frontera y que el Ejército regular libanés se despliegue en el sur del país. Israel estaría dispuesto a aceptar, de forma provisional, una fuerza internacional que refuerce al Ejército libanés.

A la parte libanesa se pide la liberación de los soldados israelíes, un mayor esfuerzo para desarmar a Hizbulá y que acepte una fuerza multinacional en la frontera.

Dicha fuerza podría constar de entre 15.000 y 20.000 hombres, según fuentes estadounidenses citadas por los medios israelíes.

   Tanto EEUU como Israel han recalcado repetidas veces que el alto el fuego que se intenta sacar adelante y las fuerzas encargadas de aplicarlo deben tener «un mandato fuerte», para que no haya peligro de volver a una situación en la que Hizbulá controla la zona de frontera con Israel y constituye una amenaza.

   Además de con Olmert, Rice se entrevistará mañana con los ministros israelíes de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, y de Defensa, Amir Péretz.

   Según la radio pública israelí, la secretaria de Estado debería también tratar en Jerusalén la cuestión humanitaria en el Líbano y la apertura de corredores para garantizar el aprovisionamiento a la población civil.

   El Gobierno israelí rechazó hoy, sábado, una petición de Naciones Unidas para suspender sus operaciones militares durante 72 horas a fin de facilitar la entrada de ayuda humanitaria a las zonas más necesitadas.

   Según el Ejecutivo, «Israel ya ha abierto varios corredores hacia el Líbano por los que está entrando la ayuda internacional, por lo que no hay motivo para una pausa de 72 horas».

   Israel sí ha aceptado, por lo contrario, que un observador de la ONU esté presente en la oficina de mando del frente a fin de coordinar la ayuda humanitaria internacional a la población libanesa.

   Israel y EEUU deberían también hablar del papel de Irán y Siria en la resolución del conflicto. Estos dos países son considerados los patrocinadores del movimiento integrista libanés, el primero como principal proveedor de armas, el segundo como tutor político.

   Antes de su llegada a Jerusalén, Rice contó a los periodistas que la acompañaban que cuenta con que «las discusiones, serán difíciles, tendrá que haber un intercambio», pero dijo confiar en que «los líderes de ambas partes quieran ver el fin de esta crisis».

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