Hoy 
POR REYES GUZMAN
Lleno de energía y subiéndole la adrenalina al público se presentó anoche Ricky Martin en el Estadio Quisqueya, con su espectáculo “Blanco y negro”.
Con un mundo de luces y efectos especiales, más la descarga musical de los acompañantes, el artista volvió a encontrarse con los dominicanos luego de nueve años de ausencia para ofrecer una combinación de ritmo, pasión, fuerza y destreza en un resumen de una hora y cincuenta minutos.
Ricky, más adulto y con un discurso en el que pide la paz en el mundo, la unión de las razas, la pureza de la gente y la detención de la violencia, conectó con los sentimientos de los que llenaron todas las locaciones del complejo deportivo. Dijo que estaba en el escenario para agradecer, entregar el alma y esperar por un mundo mejor, con más fe, con mejores amigos y mayor esperanza.
Inició a las 9:35 con “Pégate un poco más”, para seguir con “This is good”, “Qué más da”, “María”, “Vuelve” y “Todo está perdido” (No me digas nada). Más íntimo, con ternura, supo sacarle al público una reacción de complicidad cuando interpretó “Fuego de noche, nieve de día”. La multitud nunca se sentó, sino que coreaba a todo pulmón para atestiguar la identidad con la balanceada selección que forma la producción “Blanco y negro”, la que inició en Puerto Rico y tuvo a República Dominicana como su primera salida al exterior.
En varios momentos Martin se refirió a la paz, al encuentro de los sentimientos. Pasaba de los temas suaves a los rítmicos, los que bailaba logrando contagiar a sus fans, a las más fieles a sus movimientos. Constantemente se cambiaba de ropa.
Una tarima gigante de 80 pies de ancho y 60 de fondo, inundada de luces, andamios y gatos hidráulicos, servía de alfombra para que el artista se sintiera rey. Para más impacto, la tarima cuenta con dos pasarelas móviles en las que músicos, cuerpo de baile (cuatro muchachas y cuatro muchachos) y Ricky disimulaban pasear en el aire.
“Es una revolución”, “Living la vida loca”, “Yo no te olvido”, “Semilla de una nueva vida”, “Asignatura pendiente”, “Bomba”, “La copa de la vida”, “Tal vez” y “Tu recuerdo”, entre otras, completaron el repertorio que dejó satisfecho al público.
“Blanco y negro” es un espectáculo estructurado para complacer las exigencias de los que han sido testigos de la evolución de Ricky, de los que lo vieron crecer y de los que hoy se suman como nuevo público. Repasa los éxitos que lo colocan en un excelente sitial.
CONTRAPARTE Y PUBLICO
El grupo Calor Urbano fue el anfitrión e inició a las 8:00 de la noche, cuando todavía era notoria la fila para la gente entrar y acomodarse. Con veinte minutos en tarima los jóvenes expresaron un estilo de música bien cuidada. El comportamiento de muchas personas a lo largo de la noche permitió que los manejadores de Calor Urbano y Ricky hicieran sus labores sin lamentaciones. Claro, no faltaron los empujones de los que pagaron para estar en una área y se movilizaban a otras. Los resultados son positivos, pues nunca antes una presentación artística había reunido a tantas personas.
