Ricky Martin se adueña  del público de Zaragoza

Ricky Martin se adueña  del público de Zaragoza

POR AURORA MARTÍNEZ
ZARAGOZA, España .-
Fanáticos de Ricky Martin hicieron extensas filas y esperaron por más de seis horas para ver su concierto “Blanco y negro”, presentado en el pabellón Príncipe Felipe, patrocinado por Ron Brugal, marca que por primera vez hace este tipo de inversión en la gira de un artista extranjero fuera de la República Dominicana.

Pasadas las diez de la noche, aún con la presencia del sol veraniego y, luego de un breve encuentro que sostuvo el artista en su camerino con la delegación de ejecutivos de la marca Brugal y de la prensa de República Dominicana,  el pabellón se llenó de ritmos de tambores, luces incandescentes y efectos electrónicos, dando así  vida a los ocho bailarines que salieron al escenario con candentes movimientos, al que se unió el artista puertorriqueño.

Ricky Martin salió al escenario a ritmo de plena, cantando “yo vengo con cosas buenas para mi pueblo”, de  su tema “Hola hola”, de la última producción Unplugged. Fue recibido por una fanaticada que eufórica aplaudió, levantó los brazos y bailó. El destello de luces en el escenario, las barras multicolores que les fueron  entregada al público a la entrada del pabellón y el carisma del cantante, proporcionaron la integración. En un cambio de escenario con fondo de luces blancas con imágenes en flores y palomas volando, Ricky Martin interpreta  junto al público  “This is good”. Luego aparece una bailarina ejecutando una danza oriental y entre la oscuridad el artista en ropa de gimnasio extrae con sus manos y codos los ritmos caribeños de un tambor, pidiéndole al público: “déjense llevar por esta noche”, encendiendo de nuevo la euforia con su tema “María”.

Como por arte de magia el artista desaparece del escenario, quedado bailarines semidesnudos en rítmicos movimiento y, desde una especie de jaula que conforma la moderna tecnología del espectáculo, Ricky Martin se entrega al público con la canción “Vuelve”, que sus fans cantaron hasta el final. En otro  cambio de ropa, y entre los gritos de la fanaticada,  da las gracias por sus aplausos y les pregunta ¿cómo están”. Recibe a cambio aplausos. “Yo les voy a dar mi alma y lo mejor de mi música”, comentó.

En la canción que interpreta de inmediato y, a modo de dejarle un mensaje a su público, les dice “no todo está perdido, queda una salida. Siempre brilla una luz”.

Para la siguiente canción, con una escenario en penumbra, suenan las notas musicales de un piano y un violín. Interpreta “Loca manía”, que el público canta a coro. Entre aplausos y bravos, en expresión de emoción, continúa con el tema que dice: “regresa mujer, dile que yo la sigo amando”.

Nuevas imágenes y mensajes positivos aparecen en el escenario, como “cambia tu vida”,  mientras el artista sumergido en el agua en posición fetal y desnudo, luce parte de su cuerpo con tatuajes y notas que dicen “perdona, descúbrete, la paz nace en ti, conócete a ti mismo”.

Vestido con pantalón, camisa negra y corbata blanca, Ricky cantó “Vive la vida loca”, en expresiones desafiantes que invitan a la liberación. Después se pierde en la oscuridad y al sonido de guitarra, aparece con otro  cambio de ropa preguntando: ¿Zaragoza, cómo la está pasando? Con gritos y plausos les responden y él dice “yo también lo estoy pasando bien, pues en este momento de vida necesito compartir esto con ustedes. Yo estoy muy agradecido, porque estoy vivo, porque estamos vivos, tengo mucha fe, tengo muchos amigos y la música”.   

DEFIENDE LA PAZ

La estructura del concierto dio paso a la presentación a través de imágenes del clamor por el amor al prójimo, que Ricky  ha llevado al mundo con su concierto “Blanco y negro”.  Muestra en el  escenario rostros de niños a los que les falta amor. También se proyecta  la hambruna que padece la humanidad. Por ello su mensaje: “somos la semilla de la vida”. El concierto sigue  con la canción que lo identifica con su cambio de vida: “Asignatura pendiente”, que a su término levanta  sus manos y  hace la señal de la paz y el amor.

“La bomba” y  “La copa de la vida” levantan al público de sus asientos para bailar y aplaudir al artista que se despide. El público reacciona pidiendo “una más, una más”. Atendiendo la petición reaparece y les canta “Tal vez” y “Tu recuerdo”, ésta última a dúo con una corista. Esa bella canción la grabó y  popularizó con Lamari, con quien  se presentó en Santo Domingo.

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