Barcelona. El base de Utah Jazz Ricky Rubio aseguró este martes que «sin duda» se ve «jugando finales» de la NBA con su equipo, que esta temporada alcanzó, contra todo pronóstico, las semifinales de la Conferencia Oeste.
«Cuando acabé, las sensaciones no eran buenas por la lesión (no pudo jugar la última serie ante los Rockets), pero ahora la recuerdo como una temporada especial. Individual y colectivamente ha sido la mejor desde que llegue a la NBA», manifestó durante la presentación en Barcelona del campus de verano que lleva su nombre y que este año cumple su décima edición.
Rubio, que en los ‘playoff’ firmó las mejores estadísticas de su carrera (14 puntos 7,3 rebotes y 7 asistencias), se mostró convencido de que los Jazz están preparados para «hacer grandes cosas» en los próximos años: «Somos jóvenes, tenemos futuro y un equipo sólido y siento que aun nos queda hacer algo grande».
El base español reconoció que los equipos campeones casi siempre cuenta con una o varias estrella en su plantilla. «Si miras las finales, ves que Golden State tiene cuatro ‘All Stars’, y Cleveland, a la mejor estrella de los últimos años (Lebron James)», indicó.
Sin embargo, Rubio cree que los Jazz son «un equipo con mucho carácter» y que eso «lo hace especial», aunque el año que viene ya no será la revelación de la liga y los rivales estarán más pendientes de ellos.
Preguntado por si necesitan fichar a un gran jugador para poder aspirar a más, el catalán cree «a veces es mejor tener un equipo que una estrella», aunque está convencido de que el joven escolta Donovan Mitchell, aspirante a novato del año, puede asumir perfectamente ese papel.
«Donovan ha demostrado que puede ser la estrella del equipo, no solo a nivel numérico sino también por carácter», señaló Ricky Rubio quien comparó a su compañero con el base de los Heats de Miami Dwyane Wade, porque como él es «un jugador con mucho carácter y mucho talento ofensivo».
Desde Estados Unidos, Rubio ha seguido la actualidad de sus exequipos. Del Barcelona dijo que «tendría que buscar un proyecto sólido» para volver a codearse con los grandes de Europa y también lamentó la delicada situación por la que atraviesa el Joventut.
«Ha coincidido el tema económico con el deportivo, pero afortunadamente se han salvado y ahora espero que económicamente pueden salir del bache. Muchos clubes han pasado por eso y lo han superado. La ‘Penya’ es un equipo histórico y el baloncesto en España no se entendería sin él», razonó.
Respecto a su futuro en la selección española, Rubio reiteró su deseo de seguir yendo «siempre que esté sano», aunque dejó entrever que cada vez va a ser más difícil ya que, con las ventanas FIBA, Sergio Scariolo no tiene más remedio que confiar en un grupo de jugadores jóvenes entre los que no estarán los de la NBA.
«Durante la temporada hablé con Jorge Garbajosa (presidente de la federación española) y Scariolo y creo que tienen un proyecto muy bueno con un grupo de jóvenes. Me gustaría estar, pero es verdad que tienen un proyecto y sería difícil romper esta dinámica», argumentó.
Sobre su compañero en la selección, el base del Real Madrid Sergio Llull y su negativa a probar en la NBA, el base de los Jazz fue claro.
«Llull está preparado de ir a la NBA de sobras. Tenemos una buena amistad y lo hemos hablado muchas veces: a él le hace muy feliz estar en el Madrid, es el líder y se siente muy querido. Y si uno es feliz y las cosas le van bien, ¿para qué cambiar?», se preguntó.
Ricky Rubio tampoco se olvidó del futuro en la liga profesional estadounidense del compañero de Llull en el conjunto blanco, el escolta Luka Doncic, de quien se mostró convencido que se convertirá en una de las atracciones de la competición.
«Como Doncic sale uno de muchos. Es un jugador especial que tiene un carácter ganador y va a sorprender a muchos en la NBA», sentenció.