Rico y pobre

Rico y pobre

Un buen amigo chileno, Luis Retamales, me ha enviado desde su lejana hacienda en Chépica, al sur de Santiago, para mi lectura aquí en República Dominicana un artículo del periodista mexicano Armando Fuentes Aguirre (conocido como Catán) en el cual se “queja” de la revista norteamericana “Fortune” sobre una de las “curiosidades” que publica en este mundo dicen que globalizado. Por el mensaje humano, muy personificado, que encierra me permito reproducirlo. Me identifico mucho con su contenido excepto, claro está, en lo de las manzanas.

“Me propongo demandar a la Revista “Fortune”, pues me hizo víctima de una omisión inexplicable. Resulta que publicó la lista de los hombres más ricos del planeta, y en esa lista no aparezco yo! Aparecen, el sultán de Brunei y también los herederos de Sam Walton y Takichiro Mori. Figuran ahí  también Personalidades como la Reina Isabel de Inglaterra, Stavros Niarkos, y los mexicanos Carlos Slim y Emilio Azcárraga. 

“Sin embargo, a mi no me mencionan en la revista”Fortune” y yo soy un hombre rico, inmensamente rico. Y si no, vean ustedes: tengo vida, que recibí no sé por qué, y salud, que conservo no sé cómo. Tengo una familia, esposa adorable que al entregarme su vida me dio lo mejor de la mía; hijos maravillosos de quienes no he recibido sino felicidad; nietos con los cuales ejerzo una nueva y gozosa paternidad.

“Tengo hermanos, que son como mis amigos, y tengo amigos que son como mis hermanos. 

“Tengo gente que me ama con sinceridad a pesar de mis defectos, y a las que yo amo con sinceridad a pesar de sus defectos. Tengo cuatro lectores a los que cada día les doy gracias porque leen bien lo que yo escribo mal. Tengo una casa, y en ella muchos libros (mi esposa diría que tengo muchos libros, y entre ellos una casa).

“Poseo un pedacito del mundo en la forma de un huerto que cada año me da manzanas que habrán acortado aún más la presencia de Adán y Eva en el  Paraíso. Tengo un perro que no se va a dormir hasta que llego, y que me recibe como si fuera yo el dueño de los cielos y la tierra.

“Tengo ojos que ven y oídos que oyen; pies que caminan y manos que acarician; cerebro que piensa cosas que a otros se les habían ocurrido ya, pero que a mí  no se me habían ocurrido nunca. Soy dueño de la común herencia de los hombres: alegrías para disfrutarlas y penas para hermanarme a los que sufren. y tengo fe en Dios que guarda para mí  infinito amor.

 “¿Pueden existir mayores riquezas que las mías? ¿Por qué, entonces, no me puso la Revista “Fortune” en la Lista de los Hombres más ricos del Planeta? ¿Y a ti, cómo te consideran?  Rico o pobre? Hay gente pobre, pero tan pobre, que lo único que tiene es: dinero…”.

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