Ricos y pobres desmontan el Cinturón Verde de SD

Ricos y pobres desmontan el Cinturón Verde de SD

POR LLENNIS JIMÉNEZ
El 40% del área protegida del Cinturón Verde de Santo Domingo ha sido afectado con el desmonte de sus plantas para dar paso a nuevas construcciones habitacionales, comerciales y parques industriales, con permisos que muchas veces violan la propia normativa de la zona, que mide 150 kilómetros cuadrados.

Al ofrecer la información, el director ejecutivo del Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (Conau), arquitecto Omar Rancier, dijo que dos grandes depredadores, colocados al extremo de la escala social, son los responsables del daño ocasionado al más importante pulmón que comparten cuatro municipios de la ciudad y el Distrito Nacional: los ricos promotores de viviendas y la gente más pobre que establece sectores marginados dentro del área reservada.

Dijo que en la emblemática zona lo que se necesita es establecer normativas claras en los espacios invadidos en el Cinturón Verde, que no las hay aunque ha habido propuestas, y aplicar los controles necesarios.

Entiende que no han tenido los instrumentos para rescatar el Cinturón Verde, en el que se requiere, además, de voluntad política.

Asimismo, Rancier declaró que la ciudad de Santo Domingo está concentrando el 40% de la población total del país, estimada en tres millones de personas, y se estima que para el año 2007, habrá más gente que en el campo, por el cambio del modelo de población que impacta a todo el mundo.

Rancier fue uno de los principales expositores en el seminario organizado por el CONAU sobre el programa de formulación del Plan Indicativo de la Zona Metropolitana de Santo Domingo (PIZMSD), en el que arquitectos como Cristóbal Valdez, Diana Martínez, Mónica Sánchez, Roberto Guzmán y Teófilo Almonte, presentaron ponencias abordando temas como «el desarrollo físico y urbano de la zona metropolitana de Santo domingo».

En el encuentro efectuado en un hotel de esta capital, los restantes arquitecto se refirieron, de acuerdo al orden en que son citados, a temas relativos a: «La finalidad del Plan Indicativo», «el diagnóstico urbano en el Distrito Nacional», «en Santo Domingo Este» y «Santo Domingo Oeste».

En cuanto al Cinturón Verde, bajo la administración del CONAU, el arquitecto Rancier indicó la parte especial de la zona que ocupan los sectores de La Ciénaga, Los Guandules y La Zurza, sin normativas.

«El propio CONAU ha propuesto actuaciones y lineamientos urbanos».

Precisó que una de las acciones que se deben realizar entre todos los municipios es la protección de sus zonas ambientales.

En ese sentido, manifestó que el CONAU trabaja el Plan Indicativo en procura de crear una coordinación en todos los municipios de esta capital y ordenar la infraestructura, el transporte y los espacios públicos; establecer el uso de suelo y los servicios.

Consideró que la idea es que el plan tenga una normativa similar, de manera que el transporte, por ejemplo, sea más o menos uniforme en todos los municipios del área urbana. «Queremos tener una idea de lo que pasa en la ciudad actualmente, con la intención de crear unos mecanismos que permitan a las diferentes oficinas de planeamiento urbano desarrollar instrumentos de ordenamiento territorial».

Señaló que todo esto viene porque cuando se dividió la ciudad de Santo Domingo en cuatro municipios, en el 2001, no se crearon los instrumentos de coordinación, por lo que cada municipio ha tenido que trabajar independiente.

SOBRECARGADA

El arquitecto Rancier dijo que la ciudad tiene graves problemas de contaminación de agua, industrial y adoptar medidas para conservar los planes es importante. Señaló que el Distrito Nacional está abocado por obligación a regular la construcción vertical, porque a partir de la división no tiene territorio nuevo.

Precisó también que la ciudad tiene graves problemas de contaminación de agua y visual, por lo que se deben tomar medidas para conservar las zonas ecológicas importantes, como parte de los planteamientos de un plan de ordenamiento futuro.

RÍO EN AGONÍA

El director técnico del CONAU habló del peligro que corre el río Isabela, en Santo Domingo Norte, contaminado con la infiltración del vertedero de Duquesa. Dijo que el agua que cuela del vertedero va a la masa freática que sale del río. «O sea, que los problemas no son aislados. El problema del vertedero tiene que ver con la contaminación  del río, con la contaminación del aire».

Rancier planteó que el vertedero daña las aguas del Isabela, pero también las del río Ozama y de ahí, las del mar Caribe.

También es responsable de la contaminación atmosférica, toda vez que se queman los desechos sólidos, razón por la que definen indicadores que permitan establecer políticas y normativas de ordenamiento.

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