Riesgo electoral para la deuda latinoamericana en 2018

Riesgo electoral para la deuda latinoamericana en 2018

Política, política y mucho más política. Eso es lo que dominará el mercado de bonos soberanos de América Latina este año en tanto la región se prepara para media docena de elecciones en países que van desde México hasta Brasil y Colombia.

En México, las presiones tanto de las elecciones como de la renegociación del TLCAN regirán el mercado de bonos, mientras que en Brasil, las repercusiones del escándalo de Odebrecht continúan enturbiando la política interna y sus efectos se han extendido a países vecinos como Perú y Ecuador. Los bonos venezolanos lideraron las ganancias mundiales en 2016, pero se desplomaron al año siguiente. Actualmente, el país tiene más de US$1.500 millones en pagos de deuda vencidos.

Las mejores apuestas para 2018 se encuentran en Argentina y Brasil, según Alejo Czerwonko, analista de UBS AG en Nueva York. Czerwonko prevé rendimientos modestos para los emisores soberanos de mercados emergentes y dice que los inversionistas deben ser creativos.

“Vemos oportunidades principalmente en el espacio de alto rendimiento”, dijo Czerwonko en una entrevista. “El panorama se caracterizará por una gran cantidad de elecciones y eso es algo que uno debe seguir de cerca”.
A continuación presentamos una guía de las cuestiones a las que los inversionistas deberán prestar atención en 2018:

México. El mercado de deuda soberana de México se divide entre moneda local y monedas fuertes. A los inversionistas les preocupa la posibilidad de un colapso en las negociaciones del TLCAN y la posible victoria del candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador en julio. Los riesgos han significado una prima de rendimiento récord por mantener deuda local del país en lugar de bonos extranjeros, aun cuando los rendimientos de ambos disminuyeron en 2017.

Los riesgos asociados incluyen la posibilidad de que una victoria de López Obrador pueda paralizar la apertura de la industria energética a la inversión privada y ralentizar la inversión en infraestructura pública.

Brasil. La deuda de Brasil tomó caminos divergentes luego de que el 207 fuera un año lleno de baches para la deuda local. Los rendimientos de los bonos en moneda locales aumentaron y los de los créditos soberanos en moneda fuerte cayeron. En 2018, es probable que la historia se centre en la política en momentos en que el gobierno de Michel Temer lucha por aprobar la reforma de pensiones. El gobierno postergó la votación del proyecto de ley hasta febrero y la aprobación de la legislación es incierta.
Los objetivos de déficit presupuestario de Brasil siguen siendo altos y una posible decisión sobre la calificación del país por parte de S&P Global Ratings es inminente.
Más adelante en el año, las elecciones presidenciales de octubre dominarán a los activos de Brasil. El expresidente Luiz Inácio da Silva, más conocido como Lula, lidera las encuestas, a pesar de la apelación vigente que presentó contra una sentencia que incluso podría determinar si puede postular a la presidencia.

Venezuela. Un modelo de Bloomberg implica una probabilidad de incumplimiento del 84% en el año que viene para la deuda más riesgosa del mundo. En las condiciones actuales, la nación rica en petróleo está atrasada en más de US$1.500 millones en pagos de bonos. Los bonos venezolanos lideraron las pérdidas a nivel mundial el 2017 luego de registrar unas de las mayores ganancias el año anterior.

Mientras los optimistas apuntan al historial del país de salir del paso con dificultad de los pagos de deuda y la posibilidad de una victoria de la oposición en las elecciones presidenciales de 2018, algunos temen que el gobierno de Nicolás Maduro cancele o manipule la votación para permanecer en el poder, lo que probablemente evitaría una reestructuración de deuda.

Argentina. Argentina se apresuró a tener una mayor carga inicial de deuda en sus ofertas de bonos y vendió US$9.000 millones de deuda el jueves para adelantarse a las ventas regionales. Eso representaría alrededor de un tercio de las necesidades de financiamiento del país, que ascienden a US$30.000 millones este año, según comentarios de funcionarios del gobierno, y alrededor del 40% de ese monto se emitirá en monedas fuertes.

Chile. El peso lideró los retornos de las monedas latinoamericanas el año pasado, ya que los operadores apostaron correctamente al regreso de Sebastián Piñera a la presidencia. El empresario multimillonario logró la victoria en la segunda vuelta electoral y comenzará un segundo mandato. Los inversores también seguirán una desaceleración en la compra de viviendas en China, lo que podría afectar de manera negativa los precios del cobre que están relacionados con los activos de la nación.

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