Rímoli explica traspaso avión

Rímoli explica traspaso avión

POR ODALIS MEJIA
El avión Cessna que pertenecía a Medio Ambiente y fue traspasado a la Fundación Patronato Cueva de las Maravillas, estaba incautado por narcotráfico y reparado con fondos de una cooperación internacional dispuestos para otros fines, informó un ex funcionario de esa cartera.

Renato Rímoli Rímoli, quien fue director de Vida Silvestre, declaró que todas las operaciones de traspaso fueron acciones calculadas previamente.

«Cuando estuvimos en Medio Ambiente él comenzó a tomar clases para piloto y habían contratado un funcionario para manejar aviones, luego consiguió un el avión que había sido incautado por drogas se reparó y se gastó un dineral de los fondos de Medio Ambiente de fondos de una cooperación internacional destinado para otros proyectos, desviándose el uso», afirmó Rímoli.

¿Cuál era la necesidad para que Medio Ambiente tuviera un avión de ese tipo, ya que era pequeño y no era el más adecuado para las necesidades que allí se presentan?, se cuestionó.

«Esa donación se venía venir e iba a ser para el mismo», al considerar como una indolencia la inversión de más de 40 millones de pesos en la Cueva de las Maravillas».

«Lo penoso es que no fue cesión como está en el Consejo Estatal del Azúcar, sino que el decreto plantea donación, actos jurídicos que establecen por primera vez en la historia del país que un área protegida puede venderse o traspasarse, hacer negocios etc, son cosas que no entendemos y que no caben dentro de la razón», resaltó indignado.

Rímoli ha realizado estudio en la Cueva de Las Maravillas desde los años 70. Cuando se estuvo «adecuando» para uso público fue de los técnicos que fueron impedidos de entrar a la caverna, e inclusive, informó que al entonces Subsecretario de Areas Protegidas, Julio César Ureña, también se le prohibió la entrada.

HABLAN OTROS

Todas las operaciones de traspaso de la Cueva de la Maravillas constituyeron un traje a la medida para el ex secretario de Medio Ambiente, Frank Moya Pons, quien llegó a denominar la caverna como «la niña linda de sus ojos» y «la novia de esa Secretaría», expresaron ayer varios técnicos ambientalista.

Luis Carvajal, Gabriel Atiles y Adolfo López expresaron además su indignación sobre la manera en que se manejó todo el proyecto y reclamaron ayer a Moya Pons, aclarar toda la situación sobre la donación de los terrenos y otros bienes a la Fundación Patronato Cueva de las Maravillas.

Carvajal criticó el hecho de que Moya Pons sea directivo de la fundación que administra la cueva, tras lamentar que el actual titular de Medio Ambiente, Max Puig, declare que cumplirá las decisiones tomadas por la pasada administración.

«Es una forma de evadir y una irresponsabilidad de Max Puig alegando continuidad de Estado en cosas tan aberrantes. ¿Por qué no se alega continuidad de Estado y se somete a los que han cometido actos deshonrosos?», planteó.

Con relación al avión instó a Moya Pons a que se pronuncie al respecto y aclare ese «auto regalo» que se hizo de la Cueva de las Maravillas.

Afirmó que es común que se involucre en algunos proyectos personas conocidas como honorables para disfrazar acciones pocos transparentes para que nadie osara en hacer cuestionamientos, en este caso mediante una fundación patronato con un esquema distinto al establecido por ley.

En tanto que Atiles, al igual López, criticó como se puede proteger una cueva poniéndole una pista de aterrizaje y un avión, además de introducirles elementos extraños para la vida en esa caverna.

Atiles, quien era encargado de Arte Rupestre del Museo del Hombre Dominicano, institución que tenía el control de la cueva anterior a la Ley 64-00, dijo que la intervención que allí se hizo está ocasionando el crecimiento de hongos y líquenes.

López ha trabajado por más de 14 años en la Cueva Las Maravillas.

Tanto López como Atiles fueron impedidos de acceder a la caverna cuando se hacían los trabajos para su apertura al público.

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