OXNARD, California, EE.UU. Una práctica conjunta entre los Raiders de Oakland y los Cowboys de Dallas resultó tal como los entrenadores la preveía: intensa y emotiva. Luego, las cosas se salieron de control. Un duro golpe del cornerback de Dallas, Morris Clairborne, al tight end de Oakland, Mychal Rivera, derivó en una riña que estuvo a punto de propagarse al graderío.

En un momento de la pelea, un seguidor de los Raiders lanzó un golpe con un casco contra un jugador de los Cowboys. El cornerback de los Cowboys, B.W. Webb, se vengó, tirando un puñetazo al fanático.

“Definitivamente esta situación es peligrosa”, dijo Webb. “No sé por qué los espectadores querrían saltar hacia este lado de la cerca. No creo que les gustaría mucho estar de este lado”. Hubo otro altercado entre el corredor de los Cowboys, J.C. Copeland, y el linebacker de los Raiders, Justin Cole. “No me gustan las peleas.

Prefiero que salgamos y juguemos”, dijo el entrenador de los Raiders, Dennis Allen. “No tenemos tiempo para eso, y desde luego, no nos gusta que nadie se dé puñetazos.

Creo que ambos equipos salieron, compitieron y realizaron un buen trabajo”. El dueño de los Cowboys, Jerry Jones, elogió el entusiasmo y el ambiente de la práctica, observada por 8.326 espectadores, muchos de los cuales hicieron fila desde la mañana para conseguir su lugar. “Era difícil de creer que esto fuera un partido de práctica”, comentó Jones.