El pais.Vista del lugar donde se encontraban las víctimas cuando fueron atacadas por Ramón Araujo agresor de la victima.Hoy/Pablo Matos 28-7-2021
Un hombre viudo, con quien estaba casada desde hace 22 años y con el que procreó 4 niños, dejó Aracelis Manzueta, de 36 años, tras ser asesinada el martes en la noche junto a una amiga en el techo de su casa, ubicada en el sector La Zurza del Distrito Nacional, por eso su padre, Efraín Manzueta, exige que le caiga todo el peso de la ley a los culpables de su muerte.
“Yo clamo a la procuradora de la República, a la Policía y a todo el que pueda intervenir en este caso que por favor no nos dejen solos para que esto no se quede impune, que por el amor de Jesucristo que nos guía a todos, que no nos dejen solos”, exclamó Manzueta, mientras el llanto le quebraba la voz.
Según las informaciones de Manzueta, la raíz de la tragedia fue un problema entre vecinos, pues indicó que el hijo de Indhira Araújo le envió un audio a su nieta, hija de la occisa, que le provocó la separación con su pareja sentimental.
Sostuvo que por esa situación su nieta tuvo una riña con la familia Araújo en la cual también intervino su hija Soraida, quien a pedradas le rompió tres dientes a Indhira.
En ese orden, detalló que el caso fue llevado a la fiscalía y fueron detenidas desde hace diez días su nieta y su hija Soraida, sin embargo, este martes un juez ordenó la libertad de ambas “por entender que el caso no era tan grande para mantenerlas presas”. No obstante, Manzueta indicó que Indhira manifestó al salir de la fiscalía que “ese caso no se iba a quedar ahí”.
“Entonces anoche la hija mía está sentada con mi sobrino y su novia, que es enfermera, Vanesa Antigua Mejía, de 25 años, y entre Ramón Araújo y su hijo vinieron por detrás y la emprendieron a tiros a los tres a quemarropa, porque Indhira los llamó”, explicó Manzueta, quien señaló a la señora Indhira como la principal autora del crimen que segó la vida de su hija.
Además precisó que a las dos mujeres las tirotearon en la cabeza y en el corazón, mientras que a su sobrino lo hirieron y se encuentra interno en el hospital Ney Arias Lora.
En el techo permanecía una gran mancha de sangre de las dos mujeres, una de ellas, Vanesa, no estaba involucrada en el problema.
Sobre su hija, Manzueta expresó que era una mujer trabajadora, emprendedora y amiga del amigo. “Mi hija era una mujer valiosa y honesta. Trabajaba en la Cooperativa de Maestros, y era una luchadora que ayer mismo (el martes) me comentó que quería comprarse un apartamento para mudarse de este barrio, porque hay muchos conflictos y la gente es envidiosa”.
En medio de su dolor, volvió a pedir ayuda a las autoridades para que todo el peso de la ley le caiga a los asesinos de su hija, “porque a mí se me han llevado más de la mitad de mi vida, pero Jesucristo está ahí y todo el que conspiró para esa tragedia, Dios nos ayudará a hacer justicia”.