Rinden homenaje a Caamaño en su aniversario

Rinden homenaje a Caamaño en su aniversario

POR GERMAN MARTE
“¡El coronel Caamaño sigue vivo! El coronel Caamaño nunca ha muerto, porque se mantiene vivo en el corazón del pueblo dominicano. Debemos recordarlo siempre para que no quede en el olvido”, proclamó ayer el hijo del héroe de la revuelta de abril de 1965, Francis Caamaño.

Al participar junto a otros familiares y organizaciones patrióticas y revolucionarias en un homenaje con motivo del 33 aniversario de la caída en combate del heroico coronel. Francis, quien es capitán del Ejército Nacional, dijo que es necesario mantener viva la memoria de Caamaño y sus compañeros de lucha, de los combatientes constitucionalistas de 1965, como los guerrilleros de Playa Caracoles.

 “Son héroes de la patria, héroes que constantemente debemos llevar en nuestros corazones, y que nuestra juventud, nuestros estudiantes sepan la verdadera historia de la República Dominicana”, indicó Francis, quien además preside la Fundación Caamañista Internacional.

El hijo de Caamaño lamentó que en las escuelas dominicanas no se enseñe “esta parte de la historia como debe ser. Hay historiadores y ha habido gobiernos que no han querido hablar de esa parte de la historia. Gracias a Dios, en estos momentos contamos con el apoyo del gobierno, de las Secretarías de Cultura y Educación nos están dando un gran apoyo en esto”.

Resaltó que el subsecretario de Educación, Luís de León, le garantizó que todo lo relativo a la revolución de abril, a los coroneles Rafael Fernández Domínguez y Francisco Alberto Caamaño Deñó. y todos los héroes que cayeron en el 65 así como en 1973, será difundido en los libros de historia, como un capítulo glorioso del pueblo dominicano.

Al coronel Caamaño lo mataron el 16 de febrero de 1973 en Azua, tras desembarcar por playa Caracoles junto a un puñado de guerrilleros que intentaban derrocar el régimen de Joaquín Balaguer.

Entre los familiares de Caamaño que participaron en el acto de recordación a comandante revolucionario, se encontraban –además de Francis-, su viuda María Paula Acevedo, Milagros, hermana; Paola, hija, y Quelsa Suazo de Caamaño. Además estuvo presente Juan Lora, primer teniente del Ejército Nacional, e hijo del también comandante constitucionalista Juan María Lora Fernández.

“LO SIGO AMANDO CON LA MISMA INTENSIDAD”

“Yo lo sigo amando con la misma intensidad de los 15 años”, exclamó la viuda del coronel Caamaño, María Paula Acevedo.

Dijo que los hombres como él nunca pasarán por la vida sin ser recordados y sin que se les de el justo lugar, “porque mientras más tiempo pasa, más se les va valorando”.

Visiblemente emocionada, la viuda del coronel manifestó que al ver las cosas como están, los dominicanos añoran a una figura como la suya, “hombres como él se agigantan cada día más”

Consideró que todos los dominicanos, estudiantes y padres de familia, deberían estudiar las estrofas del himno nacional que hablan de una Quisqueya bravía, valiente, una que no se doblega.

DE CAAMAÑO Y CHAVEZ

 Si el coronel Caamaño estuviera vivo le daría todo su apoyo al presidente Hugo Chávez, pues muchos de los objetivos que perseguía la Revolución de Abril, de defensa de la justicia y la soberanía nacional, son también los objetivos que quiere el presidente de Venezuela.

Además de los familiares del héroe nacional, las entidades que ayer acudieron a la avenida que hoy lleva su nombre, a rendirle tributo fueron la Fundación Caamañista Internacional, la Confraternidad Camilista, así como militantes de izquierda.

LUEGO VINO LA PURGA

Tras la intervención militar de los norteamericanos y la imposición del gobierno de Joaquín Balaguer, los militares que lucharon junto a Caamaño fueron víctimas de una purga por parte del extinto caudillo reformista. Muchos fueron asesinados, otros exiliados.

Entre estos últimos estuvo el cadete José del Carmen Paulino, de 23 años, quien formó parte de un grupo de seis cadetes que el coronel de Abril envío a la academia Saint Cyr, en Francia, donde se graduaron con honores. Pero siempre se mantuvieron y se mantienen fieles a Caamaño y a su Patria.

“Nos graduamos con honores, y el premio que nos dio el doctor Balaguer cuando le enviaron nuestros diplomas fue quemarlos y nos puso impedimento de entrada”, expresa indignado Paulino, quien luego quedó varado en París. No pudo regresar al país hasta la derrota del doctor Balaguer en 1978, cuando el entonces presidente Antonio Guzmán le quitó el impedimento de salida.

Las penurias y el paso de los años, sin embargo, no han doblegado su espíritu patriótico y revolucionario, por eso ayer tras depositar una ofrenda floral ante su comandante, Paulino proclamó con orgullo que sigue siendo “caamañista hasta los tuétanos!”.

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