Ríos de Capital arrastran al mar toneladas de basura tras  lluvias

Ríos de Capital arrastran al mar toneladas de basura tras  lluvias

Toneladas de basura, mayormente plásticos, eran arrastradas desde ayer por las aguas de los ríos Ozama e Isabela como consecuencia de las lluvias, convirtiendo esas fuentes de agua en los principales vehículos de traslado de desechos hacia el mar Caribe, que luego los deposita en el litoral Sur de Santo Domingo.

Con las más recientes lluvias caídas en Santo Domingo, las cañadas que desembocan en los  mencionados ríos también han depositado los desechos que lanzan miles de familias que habitan en sus alrededores, contaminando estas fuentes de agua.

Un vertedero.  El Ozama y el Isabela se juntan en Los Tres Brazos y descargan sus aguas contaminadas y los desechos sólidos en el Caribe, convirtiendo en un vertedero el litoral Sur de Santo Domingo, una zona que pretende ser rescatada por el Ayuntamiento del Distrito Nacional.

Entre los desechos sólidos observados en las principales fuentes de agua del Gran  Santo Domingo se destacaban vasos, galones, fundas, botellas y platos plásticos.

Debido a las lluvias se desbordaron decenas de cañadas del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo, llevándose todos los desperdicios hacia los ríos,  que se han convertido en  cloacas dentro de la gran ciudad.

   Esto se produce a pesar de los esfuerzos de fundaciones comunitarias que desde hace tiempo se dedican a la limpieza de cañadas y la recolección de la basura, en los barrios de la zona Norte del Distrito Nacional.

En la Zurza.  Francisca de Jesús, quien habita en una de las viviendas construjidas por la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) a orillas del río Isabela para alojhar provisionalmente a los desalojados del Hoyo de La Zurza, para dar paso a la avenida Perimetral, mostró el grado de deterioro de su refugio, el que no soportaría una fuerte temporada de lluvias sin desplomarse.

Las 25 viviendas duplex, en las que  habitan 50 familias  desalojadas hace  cuatro años para dar paso a las obras colaterales del Metro de Santo Domingo, no se han desplomado por los parches de hojalata que las cubren de las aguas.

María de Jesús,  madre de un niño que apenas camina, residente en la casa número 125, expresó que desde que se nubla no pegan los ojos, por temor, ya que hasta las aguas que bajan por el patio penetran a los refugios, por lo que no quiere imaginar la subida del río Isabela, en las condiciones en que se encuentran las casitas. 

Zoom

En La Barquita

Debido a la alteración del río Ozama, moradores de La Barquita, comenzaron a tomar medidas preventivas, como sacar a los niños hacia lugares más altos. Antonio Almonte, quien vive de una fritura, muy cerca de la orilla del  río, en   La Barquita, decidió llevar a sus cuatro hijos donde una hermana en la parte alta de ese lugar, porque observa que este río ha ido subiendo lentamente y no quiere sorpresa.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas