Ríos Ozama e Isabela inundan casas

Ríos Ozama e Isabela inundan casas

POR SORANGE BATISTA
Tan normal como la lluvia es el panorama sombrío que circunda a los cientos de familias que viven a orillas de los ríos Ozama e Isabela, cuando las precipitaciones de dos o más días trasladan el caudal de los contaminados cursos de agua hacia sus paupérrimas casas.

 Residentes de La Ciénaga, La Zurza, La Barquita y otros barrios llevaban ayer hasta cuatro días “navegando” dentro de sus casas en las que el agua les llega hasta las rodillas.

 Muchos han tenido que trasladar los niños a no mejores, pero más secas viviendas de familiares cercanos a la espera de que la madre naturaleza decida el fin temporal de su calvario, al menos en lo referente a las inundaciones.

Yahaira Mercedes, de 18 años es una de los tantos que enfrenta a cubetazos la intrusión del Ozama en su casita construida de materiales de desecho.

“Yo ya no aguanto más, tuve que mandar el niño donde mami que vive allá arriba, nos estámos ahogando aquí y nadie viene a auxiliarnos”, se quejó,  junto a  otras cinco adolescentes que a pesar de tener entre 15 y 18 años ya enfrentan este y todos los problemas que acarrea el vivir en condiciones infrahumanas, junto a sus maridos e hijos.

Informaron que los niños que viven en esa área permanecen con problemas respiratorios, enfermedades de la piel y de las vías digestivas.

‘Nada que hacer’

No menor es el drama de los residentes de la margen oriental del Ozama. Allí, ayer en casi todas las viviendas del barrio ‘Ribera del Ozama’, ayer se podían observar a los residentes sacando agua de las casas, aunque otros ya se limitaban a ‘chapalearla’ ante la impotencia de no poder secar sus pisos.

“Leonel (presidente Leonel Fernández) vino por aquí una vez y dijo que nos desalojaran, nos lo prometió y no ha hecho nada. Antes queríamos que nos mejoraran las condiciones, pero aquí no hay nada que hacer”, expresó Antonio Casado quien lleva 5 años residiendo en ese sector.

Al igual que en La Ciénaga los moradores reportan que los niños padecen enfermedades que asocian al hacinamiento y el agua del río.

LA ZURZA

Aunque Deysi Rodríguez vive junto a sus cinco hijos y esposo exactamente junto a un criadero de renacuajos y mosquitos por la intrusión subterránea del río Isabela en tiempos de lluvia, el problema de La Zurza ahora son los deslizamientos.

Por  la construcción de la avenida Perimetral una parte de las familias en las zonas más cercanas al río fueron desalojadas y los espacios donde eliminaron las casas ahora se deslizan.

La señora Alicia Pérez quien reside en el área de  ‘La Barranca’ vive atemorizada porque una pared que le queda encima amenaza con ceder  en cualquier momento.

Dijo que era de las que esperaba desalojo al igual que Deysi, quien pensativa observaba  a su hijo de tres años correteando bajo la llovizna, dentro de un agua lodosa y negra, completamente desnudo y con erupciones en la piel.

A la espera de atención todos los que están igual condición que ella, continúan su batalla contra las adversidades hasta que Dios quiera.

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