Los estuarios son un tramo importante de los ríos, es donde el agua dulce se mezcla con la salada en un proceso turbulento que da como resultado la salobre, es un ambiente único puesto que la conjunción de ambas es gradual, por tanto, la salobre resultante tiene diferentes grados de salinidad desde la boca donde puede ser completamente salada, hasta aguas arriba donde es totalmente dulce.
La variación de salinidad a lo largo del eje del estuario se presta para que se desarrollen muchas especies: invertebrados, como el camarón que desova próximo a la boca y a medida que las larvas van creciendo, remontan el río convertidos en alevines hasta alcanzar la adultez, esta progresión de salinidad es una de las causas que complican la acuacultura del camarón; el cangrejo azul del Atlántico; peces, como el sábalo que de vez en cuando se consigue en el Higuamo, la gran barracuda pasa sus primeros días en los estuarios, el salmón que pone sus huevos remontando los estuarios; aves, acuáticas, zancudas, garzas; reptiles, el cocodrilo americano; mamíferos, los delfines nariz de botella que navegan por las aguas salobres de Florida, la rata almizclera, castores, visones y nutrias de río. Una inmensa cantidad de micro- y mini-organismos de los que se alimentan las especies inferiores que a su vez sirven de sostén a mayores. Es un ambiente extraordinariamente rico.
En los estuarios compiten muchas formas de vida e intereses. Los puertos generalmente se localizan en ellos, obligando a dragar los lechos de los ríos para acomodar el calado de los barcos. Al dragar la desembocadura de un río se destruye, de un tajo, la gradualidad de la salinidad, también el hábitat de las especies que vivían en él. En adición, la contaminación inherente al tráfico naval que emana combustibles fósiles, óxidos y desperdicios.
El agua de mar, más pesada, penetra debajo de la dulce y cuando se profundizan los lechos de los estuarios la salada remonta aguas arriba más de lo natural, de esa forma se salinizan las márgenes, contribuyendo a cambiar la vida vegetal y animal del curso del río.
Lamentablemente los países no pueden prescindir de puertos, es parte integral de su comercio exterior, por tanto, lo que se busca es limitar los daños ecológicos.
Los ríos dominicanos, al igual que muchos otros, fluyen con notable diferencia de caudales durante el año, en el tiempo de sequía llevan poca agua, tanto así, que apenas pueden sostener, claramente visible, su canal principal de desagüe.
Entonces, durante los meses de estiaje los sedimentos que normalmente transporta el mar Caribe o el océano Atlántico a lo largo de nuestras costas, producto de la erosión de las costas o del aporte de sedimentos de los propios ríos, cierra con una barra de arena la desembocadura de ellos. Este fenómeno es agravado por dos factores, el primero resulta del gran aprovechamiento de las aguas fluviales para acueductos e irrigación que se ha logrado en la RD, para beneficio de sus habitantes; el segundo, la gran cantidad de sedimentos que transportan nuestros ríos, como explicamos en un artículo anterior. Obviamente cuando el río no lleva suficiente agua, no puede descargar los sedimentos y estos se depositan a lo largo del curso y en la boca. Ríos que durante las lluvias es imposible vadear, en estiaje se cruzan sin mojarse los zapatos.
Toda actividad humana y animal interfiere con la ecología del sitio, región o país, así las cosas se plantea la disyuntiva de no hacer nada y quedarnos en la Edad de Piedra disfrutando de la bella e inmaculada naturaleza o proceder inteligentemente a desarrollarnos persiguiendo un balance entre lo que la pachamama puede resistir y lo que nos proponemos lograr. Este es el problema fundamental de la Ecología, nada fácil de atacar pues se requieren conocimientos enciclopédicos que cubren muchas ciencias y especialidades varias.
Regularmente una acción, dícese en Física, provoca una reacción pero es el caso de que una acción que se emprenda en la madre naturaleza, normalmente produce más de una reacción, por ejemplo, dragar un río desencadena varias reacciones: intrusión salina, descrita arriba, desaparición de especies varias: micro y mini-organismos, invertebrados, peces, aves, etc.
Por otra parte, los estuarios utilizados inteligentemente son fuente de riqueza interminable, un caso que algunos lectores habrán visto es la crianza de ostras en balsas ancladas en los estuarios europeos, recolección de mejillones y almejas. La caza de aves acuáticas, la pesca, etc., también pueden practicarse dentro de los cánones del comedimiento.