Rita De Maeseneer: “La nave de los locos”
o la narrativa dominicana de los ochenta

Rita De Maeseneer: “La nave de los locos” <BR>o la narrativa dominicana de los ochenta

POR GRACIELA AZCÁRATE
Rita De Maeseneer fue invitada por La casa del Escritor para dar una conferencia sobre la narrativa dominicana contemporánea. Venía de La Habana, de participar en el seminario que se celebró en Casa de la Américas para conmemorar los cien años del nacimiento de Alejo Carpentier. Ella se definió como flamenca y dio con esa identificación la clave para comprender su trabajo como hispanista belga fascinada por la literatura caribeña.

Nació el 22 de julio de 1959 y reside en Gent, Bélgica.

Estudió filología románica en la Universidad de Gante e hizo un curso de postgrado en el Instituto de Cooperación Iberoamericana de Madrid.

En la actualidad es profesora de literatura latinoamericana en la Universidad de Amberes en Bélgica. Es especialista en Literatura Caribeña Contemporánea. Ha publicado numerosos ensayos en diversas publicaciones de prestigio internacional además de ser miembro del consejo de redacción de Foro hispánico. Revista hispánica de Flandes y Holanda (Rodopi).

Hizo la tesis doctoral sobre la intertextualidad en La consagración de la primavera de Alejo Carpentier en la Universidad de Gante y actualmente trabaja en la Universidad de Amberes.

Se define como caribeñista y sus publicaciones se concentran en escritores como Freddy Prestol Castillo, Luis Rafael Sánchez, Pedro Vergés, Alejo Carpentier, con especial interés por los enfoques históricos, intertextuales y poscoloniales sobre todo la oralidad.

También se dedica a la narrativa española contemporánea (Javier Marías, Juan José Millás).

Está preparando un libro: El festín de Carpentier (Droz, Genève, 2003) .

Ha visitado el país en varias oportunidades y tiene en preparación un libro sobre la narrativa de los ochenta en República Dominicana.

Su punto de partida para comprender lo caribeño fue Alejo Carpentier que es el puente que une el Caribe con Europa.

Sus estudios se extendieron a Puerto Rico y Cuba, su nuevo proyecto ausculta en esa desatendida, contradictoria y rica realidad de la literatura dominicana.

Tal vez con la claridad de una tabla pintada al temple, con la maestría inigualable de los maestros de la pintura flamenca, Rita De Maeseneer puede abordar como Hieronimus Bosch esa “nave de los locos” que es la literatura dominicana de la actualidad.

Como en una tabla de El Bosco ella desmenuza esos momentos claves en la literatura dominicana centrados en la novela histórica.

El primer paso en su investigación de arqueóloga de la lengua es “ ir en buscar de las novelas dominicanas”.

Así La Hispaniola, se convierte en el hito geográfico e histórico, es la isla donde se inicia esa “brega con el pasado”.

Las luchas independentistas en la isla de Santo Domingo son vistas por un dominicano y un cubano. Después, la sombra omnímoda del trujillato, es ese mar demoníaco donde se mece precisamente esa “nave de los locos” donde se dilucida cómo narrar el trujillato desde “una zona fronteriza” balbuceado lo innombrable hasta el presente con sus crónicas de la ciudad, la cruel realidad del inmigrante y una media isla en expansión.

Desde los textos literarios y en una perspectiva comparativa ella trabaja con la historia de la revolución haitiana comparadas en la novela de Carlos Esteban Deive: “Viento negro, bosque del caimán” escrita en 2002 y “El reino de este mundo” escrita por Alejo Carpentier, en 1949.

El trujillismo es abordado desde la comparación de “La fiesta del chivo” de Mario Vargas Llosa escrita en el 2000 y “El personero” escrita por Efraím Castillo en 1999 y “Pormenores de una servidumbre” de Pedro Peix.

“El corte” es rememorado a través del libro de la haitiana Edwidge Danticat en “Cosecha de huesos “ de 1998; la película de René Fortunato “El poder del jefe” de 1994; “La fiesta del Chivo” el capítulo 11; “El Masacre se pasa a pie” de Fredy Prestol Castillo, de 1973; “Le peuple des terres melées” de Philoctete, de 1989; el cuento de Ligia Minaya, de 1999 “Llanto de cactus por una noche interminable” y “El hombre del acordeón” de Marcio Veloz Maggiolo de 2003.

 En el capítulo “La media isla en expasión”, el campo y la ciudad se mezclan en una suerte de magia entre las viejas crónicas de la Primada de América, las crónicas de Aurora Arias, en “Invi’s paradise” de 1998 , la psicología del dominicano tan bien pintado por Rita Indiana Hernández en “La estrategia de Chochueca” de 2000 ; “Carnaval de Sodoma” de 2002 y de Angela Hernández, “Mudanza de los sentidos” de 2002.

Toda la cartografía subversiva de puertorriqueños y dominicanos queda desmenuzado en ese ir y venir de la yola entre Ana Lidia Vega, Magali García Ramis y Lizzete Gratacós Wys en “Yolanda (gerundio femenino)” o Mayra Santos-Febres en “Cualquier miércoles soy tuya” o la cadencia inigualable de los cuentos de Alcántara Almánzar en “En alta Mar”, Domenech Soto en “Mar de sangre” y Ludín Lugo en “Canoas de piso falso”.

La música popular, la funcionalidad del bolero y su efecto unificador es una vertiente importante de esta aproximación que hace Rita De Maeseneer a la literatura dominicana con el capítulo de “Quisqueya a ritmo de bolero” donde Pedro Vergés en “Sólo cenizas hallarás”, de 1980; Enriquillo Sánchez en “Musiquito. Anales de un déspota y de un bolerista” de 1993, y el antecedente emblemático de “El cumpleaños de Porfirio Chávez” de René del Risco Bermúdez de 1973, donde el bolero sirve como expresión del subalterno y glosa la mudez , el silencio y el miedo de una comunidad.

Rita De Maeseneer reflexionó en voz alta sobre su nuevo emprendimiento, insistió en la riqueza de la narrativa dominicana y su lucha por no dejarse aplastar por la impronta asfixiante de los vecinos cubanos y puertorriqueños. Intenta, en este “encuentro con la narrativa dominicana contemporánea”, estudio que cree estará listo para junio del 2005, abordar desde distintos ángulos todas estas aproximaciones a la identidad literaria de un pueblo, que “no es una literatura a medias, que tampoco está limitada por el marco de la media isla pero a la que hay que arrancar del yugo isleño y liberar del demonio histórico del trujillato”.

BIBLIOGRAFÍA DE RITA DE MAESENEER

– “Sobre la traducción en Corazón tan blanco de Javier Marías”, Espéculo. Revista de Estudios literarios, www.ucm.es/info/especulo/numero14/jmarias.html (marzo-junio 2000). – “La importancia de llamarse Daniel Santos: análisis a partir de algunas reflexiones sobre la modernidad”, Foro hispánico, 17, (2000): 95-104.

– “La importancia de llamarse Daniel Santos de Luis Rafael Sánchez y el juego de la oralidad” Revista de Estudios hispánicos (Puerto Rico), XXVI (1999): 3-11.

– “El juego de la repetición en ‘El camino de Santiago’ de Alejo Carpentier”, Fell, C. (ed.), Formes breves de l’expression culturelle en Amérique latine de 1850 à nos jours, América, n_18, Paris, Presses de la Sorbonne Nouvelle, 1997, T.1, 145-158

– ‘Una carencia íntima’ de Juan José Millás o la impostura perversa”, Foro hispánico, 11 (1997), 63-73

– ‘El Corte’ en El masacre se pasa a pie del escritor dominicano Freddy Prestol Castillo”, Collard, P. (ed.), La memoria histórica en las letras hispánicas contemporáneas, Romanica Gandensia, XXVII, Genève, Droz, 1997, 159-178

– “Cervantes y Carpentier: una relectura múltiple”, Grilli, G.(ed.), Actas del II Congreso de la Asociación Internacional de Cervantistas (4-8 abril 1994), Napoli, Società Editrice Intercontinentale Gallo, 1995, 817-830.

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