Ritual chamánico de cumpleaños

Ritual chamánico de cumpleaños

“Agradece por todas las bendiciones desconocidas que ya están en camino.”

Sabiduría de los Nativos americanos

El chamanismo es el arte de sacralizar la Vida. Incluye aceptar la realidad transpersonal y aprender a vivir según las sagradas leyes.El chamán recorreel camino del conocimiento, la consciencia y el significado. En la visión chamánica, toda práctica debe partir desde un ritual. Independientemente de que tipo de ritual se trate, el foco está siempre en el corazón y la recuperación de la conexión con el Gran Espíritu.

La finalidad de hacer un ritual de cumpleaños es encajar las energías, armonizar todo lo que no se ve y generar fuerzas para materializar los deseos. Uno de los rituales más importantes de las tradiciones ancestrales, es la ceremonia o ritual de cumpleaños. Éste ritual sigue un diseño que honra las tradiciones de la Tierra; es el momento en que se abre la puerta para dar paso a la Luz, y se encajan las tinieblas en el mundo de lo invisible, permitiendo que un año llegue a su fin de modo consciente, para comenzar otro año completamente despiertos.

Es un día especial que nos permite darnos cuenta del modo en que solltamos y tomamos. Al final de cuentas, la vida se trata de una serie interminable de encuentros (bienvenidas) y desencuentros (despedidas). El arte de vivir es la manera en que logramos hacer bien esto.

El cantautor británico de la banda de rock The BeatlesGeorge Harrison dijo: “Todo el mundo es un pastel de cumpleaños, así que toma una pieza, pero no demasiado”. Cada cumpleaños es una valiosa oportunidad de evaluar la relación que tenemos con la existencia. Ver dónde estamoss, cómo lo estamos viviendo, desde dónde nos relacionamos, qué es importante para nosotros y qué fuerzas nos impulsan a seguir adelante.

El proceso empieza 52 días antes de la fecha del cumpleaños, y la manera en que nos sentimos durante este tiempo es el ensayo preliminar, que nos permite ajustar todo lo que sea necesario antes del gran evento.

La presentadora de televisión, actriz y empresaria estadounidense Oprah Winfrey dijo: “Mientras más enaltezcas y celebres tu vida, más encontrarás en ella para celebrar”. Algunas personas lo pasan mal, sienten nostalgia, tristeza, tensión, etc, lo que muestra el modo como viven las despedidas.

Para mí, esos 52 días previos suelen ser de mucha alegría, sorpresas agradables y euforia de celebrar.Lo primero es limpiar y purificar (física y espiritualmente) el lugar donde vamos a realizar la ceremonia. Barremos, trapeamos los suelos, sacamos el polvo de los objetos y lo dejamos lo más «reluciente» posible. Después, limpiamos energéticamente con humos de hierbas, inciensos, ámbar, salvia o copal para consagrar el lugar.

El día previo al cumpleaños o el mismo día, se recomienda lavarse la cabeza (uno mismo). De este modo, simbolizamos la preparación de la cabeza para agradar a nuestro “ángel guardián” que desciende a visitarnos el día del cumpleaños, poniéndonos ideas nuevas y buenas en la cabeza.

Ese día, se preparan dos regalos: uno para el padre y otro para la madre (vivos o muertos). También se pueden incluir a las personas significativas de la infancia, como padrinos, madrinas, tíos, etc.

Tomamos dos velas, a una le escribimos la palabra pasado y a la otra la palabra Futuro. Los colores de las velas serán de acuerdo a nuestra mejor vibración, en el caso de no tener claro el propósito siempre viene bien usar el color blanco. Una vela es para iluminar el pasado y otra para alumbrar el porvenir.

El mismo día del cumpleaños, nos reunimos con la familia y/o amigos a encender la vela de cumpleaños (mejor si hay biscocho).El agradecimiento nos acerca a la divinidad. Entregamos los regalos a los padres o sus representantes (si no están vivos o viven lejos).

Escribimos en un papel tres cosas que no logramos realizar en el año que termina, o que soltamos para abrirnos a lo nuevo. En otro papel escribimos tres grandes deseos para el nuevo año. Se colocan las dos velas en el biscocho. Este papel se quema con la vela del pasado que apagamos con un soplido (éste es el único ritual en el que se puede apagar así).

Se entierra el resto de la vela y las cenizas del papel en un macetero pequeño, para que la tierra recicle su energía. Luego se siembra una planta nueva para colocarla en un espacio sagrado. La primera regada a la planta es con agua mezclada con una cucharada de miel.

Se quema el papel con los sueños en la vela del futuro y observamos su llama. Una vez que terminemos de quemar los deseos, y cantemos el cumpleaños feliz, esta vela se apagará con un apaga velas (sin soplar) o con los dedos. Se guarda para que sea la vela del pasado el próximo año y podamos quemar los papelitos en ella.

Mateo 6:21dice: «Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.» En un papel hermoso, colocamos el nombre del nuevo año. Por ejemplo, el año pasado lo nombré “crecimiento y alegría”. Cortamos la primera porción del biscocho y la comemos completa para simbolizar el agrado de un año dulce y bueno.

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