PARACAS (Perú). EFE. Los rituales son tan ancestrales como la propia existencia del ser humano y tan vinculados a la vida y a la muerte que, en un mismo día, se puede pasar de festejar una comida en el desierto preparada sobre brasas y tierra a saltar sobre unas llamas que dicen adiós a lo viejo y reciben a lo nuevo.
El fuego marcó la segunda jornada de la Ruta BBVA en Paracas, en el Departamento de Ica, en la costa de Perú, en la que los expedicionarios conocieron la “pachamanca”, un plato típico de ese país que combina tres elementos (piedra, tierra y fuego), y, horas después, sobre la arena de Playa Yumaque, saltaron sobre una hoguera con motivo de la noche de San Juan. La “pachamanca” combina diferentes carnes (alpaca, cerdo y pollo) con papas, yuca, camote y maíz.