Rituales de fin de año

Rituales de fin de año

Por lo general, a final de año se produce una especie de mezcla entre nostalgia y esperanza; la primera quizás por los propósitos no alcanzados, y la segunda con los deseos de que el año venidero sea mejor que el que concluye.

Y no es de extrañar que estos sentimientos afloren en los seres humanos básicamente cuando se ven concluir trescientos sesenta y cinco días sin haber logrado esos sueños que por creencias culturales se suelen poner cada 31 de diciembre al toque de las doce campanadas por escrito en una hoja de papel, haciéndolo al compás de los 21 cañonazos, o a mediante petición directa al Creador del Cielo y la Tierra.

Para algunos quizás estos rituales no tengan ni la más mínima importancia, pero para muchos tal vez sí, por eso, como cada año para esta celebración, ¡Vivir! hace un recuento de los más tradicionales que se suelen hacer en los hogares y de otros más novedosos que a lo mejor nunca ha probado.

Lo cierto es que aunque no se cumplan los deseos y propósitos en cualquier ámbito de su vida que los haga, ya sean de índole espiritual, sentimental o económica, hacerlos no le hará ningún daño, al contrario, no tiene nada de malo establecerse propósitos, tener algo por lo que luchar, y mantener la esperanza, ya que “es lo último que se pierde”, según reza un refrán popular.

Ritos y creencias. Según las creencias, y la fe de cada persona así será el recibimiento del nuevo año.

Se entiende que para que el año entrante sea próspero, lleno de bienestar tanto espiritual como material, las energías del hogar tienen gran importancia.

¿Qué hacer para que las energías sean positivas, que fluyan en la dirección adecuada y deseada?

Lo primero es que se recomienda la limpieza profunda en la que corra el agua siempre hacia la puerta de entrada, la aromatización, mucho mejor si es con incienso quemado, pero también velas con aroma a sándalo, mandarina o agua de rosas.

Es imprescindible botar todo lo que no sirve, especialmente objetos rotos.

Esto es aconsejable durante el día del 31, y al sonido de las doce campanadas, los rituales más clásicos, dependiendo de lo que se desee, son: comer las tradicionales 12 uvas, cada una con un deseo o petición a Dios de lo que se desea obtener cada mes del año entrante; para la prosperidad, esperar el año nuevo con un billete o monedas en las manos, o lanzar al vacío doce monedas; si lo que se desea es viajar, correr con una maleta a rastras por toda la casa y para que el año sea próspero, brindar con champagne a media noche.

Igual para la prosperidad en sentido general, se recomienda usar ropa interior amarilla; y si es para la pasión y el amor, roja; después de media noche, tirar un vaso de agua por la ventana, preferiblemente de espaldas, también poner elementos representativos de la filosofía del feng shui: aire, agua, tierra y fuego…

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