Nelly Ramírez 
Tenemos el 2017 a la vuelta de la esquina y, como cada fin de año, se tiene la cultura -no solo en dominicana, sino en otras regiones del mundo- de hacer un sinnúmero de rituales para la prosperidad y la buena suerte.
Se sabe de antemano que los propósitos depositados en estos rituales, basados únicamente en creencias culturales, no se cumplirán al azar, por sí solos, sino que hay que planificarse, organizarse basado en realidades para lograrlos, aunque también es cierto que la fe, “mueve montañas”.
Rituales más arraigados en la sociedad. Una práctica que nunca se olvida y que casi todo el mundo hace cada fin de año es la denominada “limpieza profunda” de todos los rincones del hogar, con la intención de que el nuevo año traiga pureza, que todo fluya…
Esta limpieza viene acompañada de algunos aromas propios de la temporada, tales como incienso, canela, lavanda…
A media noche. Los deseos de año nuevo se piden con las tradicionales doce uvas para la prosperidad, la bonanza, bienestar.
Asimismo, se suele lanzar doce monedas al aire, igualmente para la prosperidad en las finanzas.
Otro ritual en el que se tiene mucha fe y que simboliza prosperidad es hacer un brindis con una bebida, preferiblemente espumante como el champaña, la cava…
Para quienes tienen entre sus deseos para el próximo año viajar fuera de su país, el ritual es tomar una maleta a media noche y salir corriendo, con la intención de que esto se le cumpla en los venideros días.
Otro ritual muy recurrido es ponerse una ropa interior nueva y de color amarilla a la media noche. mientras, que otros aprovechan los últimos minutos de la Nochevieja para hacer una lista de propósitos, tanto personales como profesionales.
Soñar, tener fe, no es malo, así que si cree en estos rituales ¡hágalos!
