La disputa por la supremacía de negros y mulatos, así como entre etnias ha consumido gran parte de las discusiones de la sociedad haitiana mientras se ha dejado de lado a la población, que ha acumulado resentimiento por la falta de oportunidades para lograr su desarrollo.
La reflexión la hace el historiador haitiano Jean Ghasmann Bissainthe, quien destacó que aunque en Haití no tienen problema en reconocer sus orígenes africanos, existe una permanente tirantez entre una élite negra y los mulatos por quién es mejor y por el control político de la nación.
A juicio del historiador, eso ha causado un gran problema a nivel político y económico, ya que las élites olvidan los problemas medulares de la nación mientras que las masas haitianas padecen por sus carencias de servicios básicos.
Por eso es que hoy día tenemos ese problema, una masa haitiana muy confusa que elige el gobernante que aparece emocionalmente nadie ha podido orientar esa masa porque hay que hacer una justifica distributiva, dar a cada uno lo que corresponde en la sociedad de tal manera que no haya conflictos entre los grupos, dijo Ghasmann.
Las etnias. Ghasmann, con un doctorado en historia y civilización, señaló que otro problema que ha afectado el desarrollo de la empobrecida nación haitiana son las disputas entre etnias por el dominio de ese país y que ha predominado durante los siglos 19 y 20.
Señaló que esos grupos están caracterizados por los Mandiga Yoruba e Ibo que los componen grupos de familias y que han estado presentes en la vida política de Haití.
Dijo que en el caso de los Mandiga los componen unas 26 familias y en el caso de los Yorubas a su vez, se encuentran varios grupos que han dominado el espectro político en Haití durante su historia y tienen consecuencias sobre el porvernir de la nación.
Vudú. Gashmann abordó también el tema de la práctica mágico-religiosa haitiana del vudú, al considerar que existe un menosprecio hacia esta, la cual debe respetarse porque esos son valores y creencias de los pueblos como parte de la diversidad cultural.
Destacó que además del vudú en Haití existe el simbi makaya. Este último es aún más complicado porque en ciertas formas requiere de ritos de iniciación muy complicados.
El profesor Gashmann trabaja en la actualidad en la investigación Haití y el drama nacional, en la que expone ampliamente estos temas.
Seminario. Gashmann es uno de los historiadores que participó como expositores del seminario Presencia de Africa en el Caribe, Las Antillas y Estados Unidos, realizado por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode) los días 18, 19 y 20 de este mes.
El seminario fue auspiciado por el Ministerio de Cultura, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Comisión de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Gashmann, junto a los historiadores Franklin Franco, Celsa Albert Batista, Silvio Torres-Saillant fueron los invitados al encuentro semanal de los medios de comunicación del Grupo Corripio.
La religión y sus aportes por la libertad
Silvio Torres-Saillant, director de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Syracuse, Estados Unidos, destacó que el vudú está ligado a un ideal de justicia e igualdad que ayudó a desmantelar el régimen de opresión colonial. Destacó que en la mayor parte de los estudios sobre el vudú hablan de esta práctica como un ideal orientador de los esclavos.
Igual destacó Ghasmann al referir que el vudú y simbi makaya tuvieron aportes significativos en la lucha por la independencia de Haití y la libertad de los esclavos, ya que inspirados en sus personajes místicos, los haitianos iniciaron su batalla contra el dominio francés. Haití proclamó su independencia del Estado de Francia el primero de enero de 1804. De esta forma Haití se convirtió en el primer Estado independiente del continente, después de Estados Unidos.