¡Roba-las gallinas, palos con ellos!

¡Roba-las gallinas, palos con ellos!

FEDERICO HENRÍQUEZ GRATEREAUX
En la época de nuestros abuelos se cantaba en Santo Domingo una canción infantil que decía: «Roba-las gallinas,/ palos con ellos;/ ti – ti, manatí,/ ton ton, molondrón»/. En las fiestas de carnaval aparecía una comparsa, encabezada por un varón adulto disfrazado de gallina, perseguido por chiquillos que le apaleaban simbólicamente.  Al ser apaleado el ladrón de gallinas – para que soltara la gallina oculta bajo la ropa – no quedaba en claro si los golpes eran dirigidos al ladrón o contra la gallina.

Todavía en algunas zonas rurales se convoca a los pollos, para que coman granos de maíz, con la expresión ti – ti; a los simios pequeños, cuando yo era niño, se les conocía con el nombre de «monitos ti – ti». El maestro Bustamante compuso la famosa Suite Macoríx, una bellísima música que aprovecha valores costumbristas criollos, incorpora pregones populares. Este notable compositor dominicano llevó al pentagrama, orquestándolos gozosamente, algunos cantos de nuestro folklore, entre ellos «Roba-las gallinas».

Pues bien, las siglas (TI), esto es, ti, significan Transparencia Internacional, la organización que conduce la campaña mundial contra la corrupción.  Esa entidad ha presentado un informe acerca de las instituciones más deshonestas que existen entre 64 países evaluados. El informe fue dado a conocer en París el pasado día 9 de diciembre, primer Día Internacional Contra la Corrupción, según la declaración formal de la ONU. El documento contiene un cuadro estadístico titulado Barómetro Global sobre la Corrupción de (TI). Se sustenta en las opiniones de 50,000 personas encuestadas por Gallup Internacional. Transparencia Internacional, (TI), ha confeccionado la tabla del ranking  universal de la corrupción.

En dicha escala puede apreciarse que los partidos políticos son las instituciones más deshonestas en 36 de las 64 naciones incluidas en la encuesta. Después de los partidos políticos, que se llevan la palma, les siguen en deshonestidad: los parlamentos, la policía, el poder judicial. Hay países donde los legisladores superan a los partidos; en otros, es la policía la que tiene el cetro de la deshonestidad, por encima de los partidos y de los legisladores. No sabemos si Transparencia Internacional, (TI), ha tomado en cuenta que la mayor parte de los legisladores sale de los partidos, y que, en algunos países, los jefes policiales son designados por influencia de los partidos políticos.

En Ucrania, Rusia y México, la policía tiene el primer lugar en corrupción; en cambio, en Croacia, Afganistán y Venezuela, los jueces de los tribunales son más corruptos que los partidos y la policía. La lista general la encabeza Ecuador, seguido por Argentina, Perú, India, Bolivia, Brasil. Transparencia Internacional, (TI), pretende contribuir a la firma del Convenio de Naciones Unidas Contra la Corrupción. Hasta ahora solo 12 países han firmado el Convenio. Para que entre en vigor el tratado se requiere que lo refrenden 30 países. De este modo se podrían devolver al erario «los activos robados por los políticos», no importa en que banco se encontraran registrados; los lideres corruptos no disfrutarían del derecho americano de asilo; y se facilitarían los procesos de extradición en caso de que hubieran huido del país donde son ciudadanos.

Sería muy útil conocer los números que sobre la República Dominicana ha compilado Gallup Internacional. La impresión que tenemos – no fundada en datos científicos mensurables – es que en nuestro país los políticos, los legisladores y la policía, «sacan chispas» en esta deshonrosa competencia. No se sabe, a ciencia y conciencia, cual de las tres instituciones está mas corrompida.  Gallup Internacional no tiene obligación de mantener en secreto los datos concernientes a la República Dominicana, lugar donde residen tantos políticos y funcionarios «roba-las gallinas».

Es muy estimulante saber que estas iniciativas internacionales están en curso. El derecho penal y los tratados internacionales tal vez ayuden un poco a contener la plaga ecuménica de políticos rapaces; todos sufrimos por esta causa y, desalentados ya, nos volvemos cínicos, o escépticos, o indiferentes. Pero, además de las sanciones judiciales, sean locales o internacionales, los políticos descarados deberían sufrir castigos morales que les avergüencen de su conducta. Después de ser sometidos a juicio, podrían exponerse en las plazas públicas y condenados a escuchar coros infamantes que les griten: «Roba-las gallinas, /palos con ellos; /ti – ti, manatí/.»  Que las notas de la Suite Macorix del maestro Bustamante se toquen acompañadas con burlas públicas: «El pollo comió maíz, ti – ti – ti; te «arregló» transparencia TI; ti – ti, manatí, mucha teta y poca agalla; palos con él, ton – ton, molondrón, gran ladrón».  El «robalagallina» es un antiguo personaje carnavalesco de la ciudad de Santo Domingo que bien merece un «revival»,  aunque los políticos de hoy no roben gallinas sino pupitres, autobuses, tierras, cientos de millones de pesos.    

henriquezcaolo@hotmail.com

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