Robar celulares: negocio lucrativo

Robar celulares: negocio lucrativo

El Departamento de Investigación de Crímenes y Delitos de la Policía ha registrado en lo que va de año 2,751 robos de celulares. Cortado al día primero de este mes y considerando que estos reportes no representan la totalidad de los robos, hay un promedio de 15 aparatos robados cada  día. Los BlackBerry parecen ser los preferidos por los ladrones, pues tan solo en marzo de este año fueron reportados 500 robos de móviles de esta marca, es decir, un promedio de 16 aparatos por día.

Un número tan alto de robos de celulares solo significa una cosa: el negocio es lucrativo porque hay quienes compren móviles robados y, peor aún, quienes los desbloquean y activan. Y es bueno reiterar aquí que los 2,751 reportados a la Policía en el lapso señalado no  representan, necesariamente, el total de los aparatos robados, debido a   que no todo el mundo denuncia ocurrencias de este tipo.

Hace poco, el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones informó que pondría en servicio dispositivos que impedirían la reactivación de celulares denunciados como robados y debidamente bloqueados. Parece evidente que este servicio, que podría ser un disuasivo para el robo, no está funcionando y por esa razón el robo de celulares, que generalmente va acompañado de agresión física y hasta muerte, sigue siendo un negocio muy lucrativo.

Dos causas y un mismo perjuicio

Médicos y enfermeras del hospital Moscoso Puello han paralizado sus labores en demanda de reparación de quirófanos, equipamiento de varias unidades y mejor alimentación para el personal. Han llegado hasta a pedir la cancelación del director. El Ministerio de Salud Pública ha censurado esta actitud que, desde luego, trastorna las labores del hospital en momentos de alta demanda de servicio, por la epidemia de cólera y otras causas.

Pero si para el Ministerio de Salud Pública es censurable el paro en el Moscoso Puello, qué decir del hospital Padre Billini, que  lleva cerca de un año semi paralizado debido a trabajos de remodelación que nunca concluyen. Aunque las causas de las paralizaciones en estos dos hospitales son muy diferentes, los efectos perjudiciales son exactamente los mismos para los pacientes que necesitan una asistencia médica que  no se les brinda ni en uno ni en otro.

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