Los Ángeles (EEUU) (EFE).- Recién cumplidos los 81 años, el director, productor y guionista Robert Altman recibirá el próximo 5 de marzo el primer Oscar de su vida, una estatuilla en honor a una de las carreras más brillantes y rebeldes de la Historia del cine.
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció el pasado 11 de enero el nombre del único asistente a la septuagésima octava ceremonia de entrega de los Oscar que irá de antemano con la certeza de llevarse uno a casa.
El trofeo que recogerá este nativo de Kansas City a los pocos días de su cumpleaños 20 de febrero premia una carrera que ha reinventado continuamente el arte cinematográfico y que ha inspirado a otros realizadores y a la audiencia por igual, informó la Academia en un comunicado.
Altman, como otros grandes cineastas, ve así cómo le llega a título honorario la estatuilla que nunca ha podido recibir por sus más de ochenta películas como director, 39 como productor y 37 como guionista.
Algunas de sus cintas más notables y que aspiraron al Oscar a la mejor dirección fueron M.A.S.H (1970), Nashville (1975), The Player (1992), Short Cuts (1993) y Gosford Park (2001). Altman también defendió otras dos candidaturas como mejor productor, por Nashville y Gosford Park. Se trata de un maestro como realizador que bien se merece este honor, afirmó el actual presidente de la Academia, Sid Ganis.
En su opinión, nadie como él a la hora de hablar de un innovador del medio.
Ha redefinido los géneros, ha inventado nuevos modos de utilizar el medio y ha revitalizado los antiguos, añadió. Altman, que aún prosigue en activo y sin visos de ir a retirarse la última Berlinale acogió en competición su película A Prairie Home Companion, comenzó su carrera como documentalista antes de su debut en el cine con The Delinquents, en 1957.