Robert Gates asume secretaría Defensa

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Washington (EFE).- El ex director de la CIA Robert Gates asumió ayer el cargo de secretario de Defensa de Estados Unidos en momentos críticos para la guerra en Irak, un conflicto que ha costado la vida a casi 3.000 soldados estadounidenses y miles de civiles iraquíes.

Gates juró su cargo primero en una ceremonia privada en la Casa Blanca y participó después en un evento público en el Pentágono al que asistieron el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el vicepresidente, Dick Cheney, y altos cargos del Ejército.

Bush describió al recién llegado como la persona “correcta” para los múltiples desafíos abiertos en Irak y Afganistán.  Gates, dijo Bush, es un hombre de “visión, integridad y amplia experiencia” que ofrecerá una “perspectiva fresca” al Departamento de Defensa y ayudará a forjar un nuevo rumbo para Irak.

El ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) aseguró sentirse “profundamente honrado” y confirmó que viajará “pronto” a Irak para tratar con los comandantes estadounidenses en la zona opciones para enmendar el errático rumbo del conflicto.

“Irak está en el primer puesto de mi lista”, indicó el nuevo responsable de las Fuerzas Armadas estadounidenses, quien apuntó que el fracaso en el país árabe sería “una calamidad”, que “perseguiría a nuestra nación, dañaría nuestra credibilidad y pondría en peligro a los estadounidenses durante décadas”.

Su desembarco en el Pentágono se produce en medio de una gran expectación, tras la salida forzosa de su predecesor en el cargo, el polémico Donald Rumsfeld.

Bush aceptó la renuncia de Rumsfeld un día después de las elecciones legislativas del pasado 7 de noviembre en las que su Partido Republicano perdió el control de ambas cámaras del Congreso por primera vez desde 1994.

Como principal arquitecto de la estrategia bélica en Irak y partidario acérrimo de la decisión de invadir el país árabe en marzo del 2003, Rumsfeld no pudo sobrevivir a la presión de los críticos que solicitaban su dimisión, entre ellos destacados ex generales.

Gates consiguió limar asperezas y ganar el respaldo tanto de republicanos como de demócratas al asegurar que llega dispuesto a hacer cambios.

“En mi opinión todas las opciones están sobre la mesa a la hora de hacer frente al problema en Irak”, dijo durante sus recientes audiencias de confirmación en el Senado, que se saldaron con su ratificación por 95 votos a favor y dos en contra.

El ex directivo de la CIA aseguró durante las citadas audiencias que Estados Unidos no está ganando la guerra en Irak y advirtió de una posible escalada violenta en todo Oriente Medio.

“Nuestro rumbo durante el próximo año determinará si el pueblo estadounidense y el iraquí (…) hacen frente a una mejora lenta pero estable de la situación en Irak y la zona, o afrontan el riesgo muy real de una conflagración regional”, dijo el pasado 5 de diciembre ante el Comité de Servicios Armados del Senado.

El nuevo jefe del Pentágono fue uno de los integrantes del conocido como “Grupo de Estudio sobre Irak”, una comisión bipartidista independiente que dio a conocer este mes una lista de 79 recomendaciones para reconducir el conflicto iraquí tras analizar durante nueve meses la situación en el país.

El informe insiste en la necesidad de redoblar los esfuerzos diplomáticos y apuesta por la retirada gradual de las tropas estadounidenses, que deberían reducir su misión al adiestramiento y el apoyo logístico.

No está claro, de todos modos, cuáles son las intenciones de Gates con respecto a Irak, aunque el directivo, de 63 años, dejó claro durante sus audiencias de confirmación que no viene a Washington con la intención de ser “un florero”.

En ese sentido, prometió que hablará franca y abiertamente tanto ante el Congreso como ante el presidente Bush sobre lo que él cree es necesario hacer en Irak.

Bush, por su parte, anunció que esperará hasta enero para dar a conocer su nueva estrategia para Irak de forma que Gates pueda ofrecer sus consejos sobre el plan a seguir en la zona.

El inquilino de la Casa Blanca recordó hoy el extenso currículo de Gates, al señalar que tiene 30 años de experiencia en temas de seguridad nacional.

Gates pasó la mayor parte de su carrera profesional en la CIA y es el único funcionario que logró escalar desde los puestos más bajos hasta la dirección del organismo.

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