Roberto Alomar entró a la élite del béisbol con su llegada a Cooperstown

Roberto Alomar entró a la élite del béisbol con su llegada a Cooperstown

Mlb.com. Roberto Alomar se ha unido a la clase élite del béisbol, al ser elegido al Salón de la Fama.

Es un honor aun más especial cuando se toma en cuenta de dónde viene el ex segunda base.

Antes de convertirse en uno de los mejores intermedistas de la historia, Alomar desarrolló sus habilidades como adolescente en su natal Puerto Rico. Ahora es uno de tres boricuas inmortalizados en Cooperstown, siendo los otros dos Orlando «Peruchín» Cepeda y Roberto Clemente.

«Es increíble que esta isla cuente con tres Salón de la Fama, y faltan más», le dijo Cepeda a MLB.com desde San Juan. «Como puertorriqueño, me siento muy orgulloso, porque es una isla tan pequeña que ha producido tantos grandes peloteros. Eso es un honor como puertorriqueño. Me siento muy orgulloso.»

Cepeda siempre fue gran amigo del padre de Alomar, Santos padre, y conoce a Roberto desde que él y su hermano Santos hijo eran niños en Salinas.

El domingo tienen prevista una cena en Puerto Rico.

Pero antes de eso, habrá más celebraciones en la isla. «A las 3 (el miércoles), todo se detuvo aquí para que se escuchara el anuncio», dijo desde Puerto Rico el coach de la banca de los Medias Blancas, el boricua Joey Cora. «Es especial. Es especial para los puertorriqueños. Nos dio mucho orgullo, no sólo hoy. Robbie Alomar siempre nos ha dado orgullo con la forma en que se manejó. Hizo que todos los boricuas fueran orgullosos de ser puertorriqueños.»

Unas 300 personas llenaron el Museo del Deporte de Puerto Rico en Guaynabo, con pantalla gigante, para ver el anuncio por TV en MLB Network.

 Allí estuvo el actual manager de los Marlins de Florida, el boricua Edwin Rodríguez.

Su carrera

En su carrera de 17 años, Alomar ganó 10 Guantes de Oro, la mayor cantidad en la historia para un segunda base. Se llevó cuatro Bates de Plata, empatado en el segundo lugar de su posición. Conectó 2,724 hits, bateó .300 de por vida, además de .313 en 58 juegos de postemporada, y ganó dos anillos de campeón.

 Buenas manos

Alomar tenía las manos de un mago, la velocidad de una gacela y un bate comparable con algunos de los mejores.

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