Roberto B. Saladin Selin – El discurso de Aristide

Roberto B. Saladin Selin – El discurso de Aristide

Llama la atención que independientemente de la coyuntura política por la que atraviesa Haití, en los últimos años, el discurso pronunciado por el Presidente Jean Bertrand Aristide el 1ro. de enero, 2004 Día de la Independencia Nacional de ese país para conmemorar el Bicentenario de la libertad de esa nación en 1804 haya pasado casi desapercibido para sectores de la opinión pública nacional, el cual analizaremos a continuación, sin comentarios, resumiéndolo.

Comenzó el Presidente Aristide, en su discurso de ocho páginas por señalar, que al amanecer del 1ro. de enero, 2004 los corazones vibraban al ritmo de la libertad, pidiendo un aplauso patriótico para sus ancestros, saludando a Jean Jacques Dessalines, Toussaint Louverture, el genio de la raza; a Petion, a Christophe y a todos los héroes de su Independencia, saludando además a sus hermanos del Caribe, las Américas, Africa, Europa y Asia, amantes de la libertad.

Después de mencionar a los primitivos habitantes de la isla, los Ciboneyes, seguidos de los Arawaks, Taínos, Caribes, seguidos a su vez por los indios, españoles, ingleses, franceses y desde 1503 a los hermanos y hermanas de Africa, reducidos a la esclavitud, señaló el Presidente Aristide que en tres siglos, aproximadamente 15 millones de africanos fueron transportados como ganado, en las bodegas de los barcos a través del Océano Atlántico, mientras se estimaba la población de Africa al principio del siglo XVII, en solo 80 millones de habitantes.

De lo que el Presidente Aristide, llamó un genocidio, el comercio de los negros, en 1804 de la noche de la esclavitud, surgió el sol de la libertad, surgiendo la Primera República Negra del mundo, recordando además que en 1806 Dessalines le donó a Miranda de Venezuela 15 barcos, 5000 hombres bravos, armas de guerra, municiones y una imprenta como que en la ciudad de Los Cayos, Petion le dio la bienvenida a Bolívar, donándole armas, uniformes y alimentos para ir a liberar a los esclavos de otros países, siendo la bandera de Venezuela, creada en Jacmel, derramando también los haitianos su sangre en Savannah en solidaridad con la independencia de los EEUU.

Acotó también, el Presidente JBA que sin la victoriosa revolución haitiana, los Estados Unidos no hubiesen adquirido la Louisiana, la cual representaba la mitad de los Estados Unidos, resaltando que recientemente el Secretario de Estado, Señor Colin Powell, recordó que sin las enormes pérdidas que sufrió el ejército de Napoleón en Haití, Napoleón no hubiese tomado la decisión de vender la Louisiana, ese extenso territorio a los Estados Unidos de América.

En el momento de celebrar la libertad de Haití y en el mundo y de los que lucharon por la verdadera paz, el Presidente Aristide hizo un reconocimiento a los que buscan consolidar la paz entre la República Dominicana y la República de Haití, dándole las gracias al presidente Hipólito Mejía, pidiendo un aplauso fraternal, citando la repetida frase «de que entre las dos Repúblicas hay un matrimonio sin divorcio».

Luego de reconocer que después de 1804 vinieron años duros, el Presidente JBA, sentenció que después del 2004 vendrían tiempos mejores e invocando a sus ancestros, dio lectura a lo que denominó como la Declaración del Bicentenario para construir un nuevo Haití, porque todo es posible, porque en la unidad esta la fuerza y en lugar de una salva de 21 cañonazos, la Declaración del Bicentenario tiene 21 puntos, pendientes de que la indemnización de 21 billones que Haití ha solicitado, se le restituyan a ese país.

Los 21 puntos de la Declaración del Bicentenario de Haití, se refieren en otros temas, a cómo superar con un horizonte hasta el 2015, reduciéndolas, las tasas de mortalidad infantil, el peso de los recién nacidos, malnutrición, mortalidad maternal, lucha contra HIV/AIDS, escolaridad, analfabetismo; programas de construcción escuelas primarias, generación energía eléctrica, líneas telefónicas, agua potable, carreteras, reforestación, reforma agraria, suministro alimentos, inversión extranjera, redistribución de la riqueza, vivienda, instalaciones públicas, población que vive por debajo de la línea de pobreza, enfatizando el Presidente JBA, después de cada uno de los 21 puntos de la Declaración que «eso era posible, porque en la unidad está la fuerza»

Finalmente, en el discurso reseñado, destacó JBA que esas fueron las razones por la que se construyó «el Monumento a los 200 Años de Libertad con 200 escalones, 200 escalones en la historia de Haití, 200 escalones de libertad, 200 escalones hacia la libertad, 200 escalones hacia la fraternidad y 200 escalones hacia la restitución!»

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