Roberto B. Saladín Selin – Santiago no tiene una calle Perozo

Roberto B. Saladín Selin – Santiago no tiene una calle Perozo

Grande tendría que ser la sorpresa de todos los lectores de ese interesantísimo libro de carácter autobiográfico de la señora Alfonsina Perozo titulado «Los Perozo: Su Exterminio por la Dictadura de Trujillo. Mis Vivencias», símbolo de una familia de mártires de ese régimen, cuando se entera el lector, que después del martirologio de esa familia caribeña de Santiago de los Caballeros, no tiene una calle Perozo como lo recoge ella en su libro.

En ese libro de doña Alfonsina, digno de ser declarado como texto de lectura obligatoria en las escuelas del país como ejemplo de la lucha de una familia por la democracia y la libertad en la República Dominicana, durante la dictadura de 31 años que se extendió de 1930 a 1961, familia que nunca pasó factura ante la magnitud del su sacrificio, queda recogido para la historia, como la familia Perozo, a un año y diez meses, después de la implantación de la dictadura, en 1932 enfrentaron al régimen de Trujillo en San José de la Matas y en Pedregal, donde murieron los hermanos Perozo.

Para que se tenga una idea de la magnitud del sacrificio de la familia Perozo, solo hay que mencionar el listado de los que pagaron con sus vidas su lucha por la libertad, a saber César, Faustino y Andrés B. Perozo (1932), Alfonso Perozo Guzmán (desaparecido en 1935) padre de la autora del libro, José Luis Perozo Fermín (1945), asesinado a los 14 años edad, hermano también de doña Alfonsina para un total de seis, entre ellos Mazú Perozo (1959), además de la liquidación de todos los cuñados y dejándose quince niños en la orfandad.

Cuando un país, olvida recordar y reverenciar a sus grandes muertos, estaría dando un pésimo ejemplo para las generaciones presentes y futuras, porque resultaría en efecto chocante, que mientras se honra con el nombre de funcionarios que le sirvieron al régimen trujillista, se desconoce y olvida al mismo tiempo a quienes abonaron con su sangre, el árbol de la libertad como es el caso de la familia Perozo.

El gesto de la Asociación de Abogados de Santiago de bautizar con el nombre del licenciado Andrés B. Perozo la biblioteca de ese colegio profesional, fue una «señal» en la dirección correcta que pone en alto el nombre de ese gremio, porque no permitieron que el nombre de un distinguido jurista, miembro de la familia Perozo, cayera en el olvido.

La cuidad de Santiago de los Caballeros, sus autoridades y sus munícipes, que siempre han sabido honrar a quienes por su patriotismo y sus luchas por las libertades han sido exaltadas, dándosele sus nombres a calles y plazas de esa prestigiosa urbe, tienen un compromiso de honor con la familia Perozo, familia santiaguera, ya que muy pocas familias del país, pagaron el elevado precio en vidas humanas, tragedias y dolor, que marcó con una huella indeleble a esa familia cibaeña.

El vía crucis vivido por la señora Rosario Fermín Mera de Perozo, después de la desaparición de su esposo, el señor Alfonso E. Perozo Guzmán , teniendo que dejar a su querido Santiago, ya viuda para trasladarse a San Francisco de Macorís con sus hijos y luego, a la capital, como presa de confianza del régimen junto a su hija, autora del libro comentando, habiendo recorrido todas las cárceles del país, en la búsqueda su esposo desaparecido por la dictadura, es una saga digna de las tragedias de la antigua Grecia. En esa terrible coyuntura, la solidaridad de la familia Bermúdez cabe destacarse, ya que pusieron un carro con su chófer a las órdenes de la señora Rosario Fermín Mera de Perozo, para ese vía crucis de visita a las cárceles del país.

El ejemplo cívico, único en la historia dominicana del periodo de la dictadura, dado por la señorita Ercilia Pepín, y el profesor Sergio Hernández, al poner la bandera de sus escuelas en Santiago a medida asta como protesta ante el asesinato de los hermanos Perozo, en 1932, debería servir de ejemplo para honrar a la familia Perozo, en una ciudad de Santiago de los Caballeros que siempre supo honrar a quienes pagaron con el sacrificio supremo de sus vidas, su amor a la libertad, en la lucha contra las tinieblas del autoritarismo.

Santiago de los Caballeros, su ayuntamiento, sus munícipes, la ciudadanía toda de la ciudad Corazón, tienen un compromiso de honor con la familia Perozo de designar una calle con el nombre de la misma.

¡Una calle para los Perozo en Santiago!

Porque honrar, honra.

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