Roberto Canaán – Luz en las tinieblas

Roberto Canaán – Luz en las tinieblas

A pesar de las tinieblas producidas por la crisis económica mundial. A pesar de los fraudes bancarios y del desgaste de Gobierno y de la oposición política, por haber escogido el camino usual de ignorar el asunto y celebrar la impunidad, hay rayos de luz entre las tinieblas.

El primer rayo de luz es la reconsideración del pago de la deuda dominicana de US$600 millones con el Club de París. Esta deuda ya está consignada en el presupuesto nacional y si nos libramos del pago de US$350 millones este año, nos aliviarán la crisis.

Otro rayo de luz es el acuerdo de préstamo con el FMI, el cual solo espera la aprobación de las medidas estructurales exigidas por el Fondo. Todos estos millones de dólares frescos en la economía, deberán bajar la cotización del dólar y reactivar la economía. Contra todo pronóstico, si el gobierno no se aloca en este año y se impone un límite al endeudamiento superaremos todos los obstáculos en beneficio del país.

La implementación de la seguridad social, que también -contra todo pronóstico-terminará beneficiando a la mayoría y se convertirá en la más importante institución social del país por los próximos 25 años, produciendo otro rayo de luz entre las tinieblas.

Otro rayo de luz es el abaratamiento del costo de la vida no solo al bajar el dólar, sino con la entrada de Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU, el cual permitirá la entrada libre de impuestos de la materia prima de nuestras industrias y de muchos de primera necesidad como el arenque, el bacalao, la pica pica, la harina de trigo, el aceite, la semolina, los materiales de embalaje, como el cartón, papel, cera, plástico, ropa, zapatos, radios, televisión, estufas, neveras, gomas, repuestos de carros, etc.

Otra luz en las tinieblas debe alumbrar en el campo de la educación nacional. Allí, por iniciativa e los maestros y de la misma Secretaría de Educación y organismos internacionales como el PNUD, deben sacar del atraso peligroso, en que se encuentra la educación dominicana y concluir en un consenso nacional sobre reformas a la educación, fundación del progreso de toda nación. Muy pronto éste será otro rayo de luz: entre las tinieblas. No soy uno de esos dominicanos que se avergüenzan de su tierra porque en 50 años ha progresado menos que Europa en quinientos. Pero si no pudimos avanzar, se debe a la clase política dirigente y por eso, sólo debemos reprocharnos nosotros mismos. Si la culpa es nuestra, también será nuestra la responsabilidad de remediarlo. Espero que estos rayos de luz, confirmen nuestra capacidad de salir adelante y trillar por el camino del progreso y el bienestar del más importante constituyente de la nación: el pueblo.

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