Sao Paulo (EFE).- El brasileño Roberto Carlos, lateral izquierdo del Real Madrid y de la selección brasileña, negó que existan discrepancias entre los jugadores del club español y que a ello obedezca la actual crisis del equipo madridista. “No existe nada de eso. El ambiente entre los jugadores es bueno. Todo el mundo respeta a los brasileños”, dijo el lateral en una entrevista colectiva que concedió ayer en Sao Paulo para promover un partido de beneficencia que está organizado con su compañero Robinho.

Roberto Carlos negó versiones de prensa según las cuales existiría una división entre los jugadores brasileños y los españoles del Real Madrid desde que los primeros defendieron la permanencia del técnico Vanderlei Luxemburgo, destituido hace 20 días.

Sobre Luxemburgo, el campeón mundial dijo que, a pesar de la confianza que todos tenían en él y de su buen trabajo, los resultados no aparecieron y eso es algo que el club español no acepta.

“La salida de Luxemburgo obedeció exclusivamente a los resultados. Apenas eso”, afirmó el lateral, que llegó el jueves a Sao Paulo para una temporada de vacaciones.

“El Real está en una situación complicada porque los resultados no aparecen. Pero estamos trabajando bien y vamos a mejorar en la cancha para poder vencer”, dijo.

El jugador afirmó que confía en la recuperación del Real Madrid en la liga pese a la gran diferencia, de once puntos, que ya le sacó el Barcelona en la clasificación.

“Estoy seguro de que vamos a conseguir reducir la diferencia y vamos a hacer un gran campeonato”, afirmó.

En cuanto a las declaraciones del ex director de fútbol del club Arrigo Sacchi de que Julio Baptista y Robinho no habían conseguido adaptarse al club por estar con la autoestima baja, Roberto Carlos advirtió que jugar en el Real Madrid es difícil para cualquiera.

“La presión es enorme. Son 80.000 personas en cada partido. Y no es difícil apenas para ellos sino para cualquiera. El propio Ronaldo tuvo dificultades al comienzo”, dijo.

“El momento es difícil para todos. Robinho y Julio Baptista aún no consiguieron adaptarse pero eso no me preocupa porque son dos grandes jugadores. Hay que tener paciencia. Todo puede ser diferente para ellos en el año que comienza”, agregó.

A sus 32 años, siete de los cuales con el Real Madrid, Roberto Carlos asegura que pretende permanecer otros dos o tres años en Europa (su contrato va hasta el 2008), pero que ya piensa en su despedida en un club brasileño, aunque no tiene prisa para jubilarse.

Sin embargo, no sabe aún a cuál club brasileño pretende regresar.

“Estoy dividido entre el Santos, por causa de (la afición de) mi padre, el Palmeiras, por donde pasé antes de ir a Europa, y el Uniao Sao Joao de Araras, donde comencé. Pero los hinchas del Sao Paulo y del Corinthians me piden que juegue en esos equipos”, afirmó.

Sobre el partido de beneficencia en que los amigos de Roberto Carlos se medirán a los amigos de Robinho, afirmó que será en la tarde del próximo lunes en el estadio Pacaembú y que los asistentes tendrán que llevar un kilo de alimentos no perecederos.