Roberto Cassá dice régimen de Trujillo jamás debe reivindicarse

Roberto Cassá dice régimen de Trujillo jamás debe reivindicarse

ADALBERTO DE LA ROSA
a.rosa@hoy.com.do
El historiador Roberto Cassá consideró ayer que el crecimiento económico y la modernización del país que se logró durante la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina, jamás deberá justificar ese régimen porque desde el punto de vista democrático y moral fue opresivo, inaudito y espantoso.

Cassá fue uno de los ponentes del coloquio que sobre el 47 aniversario del ajusticiamiento de Trujillo, organizó la Cámara de Diputados. Participaron, además, Víctor Grimaldi y Manuel Cáceres Troncoso.

Consideró Cassá que a pesar de que durante esa época se escribió más de ese régimen que de cualquier otra etapa de la historia dominicana, por dictamen del propio tirano, todavía sigue siendo una tarea pendiente.

Afirmó que muchos historiadores pretenden atribuir bondades al régimen trujillista sin colocar en la misma balanza los rasgos despóticos que fueron más severos porque esa “larga y terrible dictadura” obedecía a una línea de fuerza que recibía los beneficios de la burguesía de entonces.

Dijo que no hay duda de que la economía creció y se modernizó el Estado, pero a un costo espantoso que se caracterizó por la explotación y la opresión hasta niveles inauditos.

Sostuvo que en el país todavía no se cumple la democracia social, pero en base a eso no se debe legalizar el ordenamiento trujillista y lo que se plantea es el desarrollo y la radicalización de la democracia.

Víctor Grimaldi tituló su ponencia: “buscando el día de la libertad” y sostuvo que el 30 de mayo no es el día de la libertad, sino de la eliminación física del dictador.

Afirmó que el Día de la Libertad debe ser el 24 de abril de 1965, que se inició a partir del 27 de febrero de 1963 con el período de Juan Bosch, que en su opinión es el padre de la democracia.

En el acto, moderado por José Chez Checo, también habló Manuel Cáceres Troncoso, quien centró su discurso en las razones por las que no se cumplió la segunda etapa del plan, que era la toma del poder.

Dijo que la maquinaria militar de Trujillo era muy eficaz  y la única manera de ejecutar la segunda fase era con el respaldo de militares activos que al parecer no se pudo lograr por varias razones.

El choque

Durante el coloquio Víctor Grimaldi  insistió en que el 30 de mayo  no debe ser el Día de la Libertad y sin restarle méritos a los ajusticiadores, dijo que muchos sirvieron al régimen.

Fue entonces cuando se produjo un enfrentamiento verbal entre Grimaldi y Porfirio Rodríguez, a tal punto que parecía que se pasaría de las palabras a la acción.

El moderador intentó apaciguar los ánimos y junto al presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín, se logró convencer a Grimaldi que insistía en reclamar respeto por parte de Porfirio Rodríguez.

Manuel Cáceres le aclaró que sin la participación activa de los hermanos De la Maza, Díaz y Cáceres no hubiese sido posible lograr el derrocamiento de régimen y recordó que San Pablo fue un perseguidor de los cristianos y terminó siendo uno de los hombres más importantes de la historia cristiana.

Durante el turno de las preguntas hubo reclamos y propuestas como la de que actos como ese sea institucionalizado en todo el país los días 30 de  mayo.

  El diputado Luis José González Sánchez preguntó si era posible traer los restos de Trujillo como forma de atraer el turismo, pero el historiador Roberto Cassá respondió que no procede y que el Estado no tiene justificación para reclamar los restos de Trujillo  y aprovechó para demandar que se revise la decisión de  tener los restos del general  Pedro Santana en el Panteón Nacional.

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