Santo Domingo, R.D.- El exministro de Educación y coordinador de campaña del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Roberto Fulcar, hizo un llamado a la calma, prudencia, plomo y sensatez, a funcionarios y otros de sus compañeros dirigentes de esa organización, que buscan desde ya, ser candidatos a la presidencia del país, tras el mandatario Luis Abinader anunciar que no iría nuevamente.

A través de su cuenta @RobertoFulcar en la red social X, el dirigente perremeísta considera que apenas han transcurrido unos días desde las elecciones presidenciales y congresuales, y que, de hecho, ni siquiera se han recogido las vallas, los afiches, y los desechos sólidos dejados en los entornos de los centros de votación.

Fulcar señaló que, las Juntas Electorales Municipales aún revisan votos nulos y el Tribunal Superior Electoral está conociendo requerimientos, que no ha terminado mayo y al cuatrienio gubernamental aún le faltan meses de ejecución, y que el pueblo dominicano acaba de premiar a su partido el pasado domingo 19 de mayo con su voto.

En su mensaje, expresó que la militancia perremeísta necesita un justo descanso luego de haber cumplido su responsabilidad, ganar en sus territorios, y que, durante su recorrido de tres meses por todo el país, pudo palpar la necesidad urgente que tiene la militancia y la base del PRM de que se les preste más y mejor atención, ayuda y empoderamiento por parte de todos los funcionarios y dirigentes.

El coordinador de campaña del partido de gobierno destacó que esta sugerencia la hace debido a la confianza y amistad que le une a sus compañeros y a su profundo amor a su organización, y la condición de abanderado del liderazgo trascendente que ha impulsado durante 27 años, y que las aspiraciones de estos son legítimas, pero, que les pide darle un merecido respiro al país y a la ciudadanía, que bien se lo merecen, sin caravanas, sin altisonantes bocinas, sin encuestas de posicionamiento, sin juramentaciones y demás.

Finalmente destacó la necesidad de reflexionar sobre el apoyo y el poder que el país le ha otorgado, el cual podría perderse si el comportamiento de los dirigentes del partido y funcionarios no está a la altura y que cuando se expresan los pueblos no es legal, moral ni inteligente contradecirlos.