El parque Mirador Sur fue construido a principio de la década de 1970 en la Administración Balaguer 1966-1978. Ahora el Alcalde Salcedo desea destruir el parque, primero desfiguró el paisaje haciendo algo para los niños, que llaman la Canquiña. Luego, hizo un parqueo para vehículos. En el 2014 andan vehículos de cuatro ruedas a toda hora del día. Aquello es un peligro, para los que están caminando. Después hizo una estación de bomberos, que a toda hora están sonando las sirenas. No importa si es de noche, para sonar esas sirenas, que despiertan a cualquiera en la noche. En julio 2014 está construyendo una fábrica de fertilizantes orgánicos. Es decir, Roberto Salcedo es un destructor de las cosas que están bien, como es ese parque.

El Listín Diario editorializó sobre el tema el sábado 12/07/2014 y dijo en el editorial: ‘‘Ha llamado la atención, entre los visitantes y los vecinos del Mirador Sur, la existencia de una planta trituradora de ramas y troncos que el Ayuntamiento del Distrito Nacional ha instalado allí para producir abono orgánico’’. ‘’Es mejor poner remedio a tiempo’’.

El parque Mirador Sur está diseñado para caminar, pero la sindicatura y el Director de Parques permiten toda actividad. Las personas que viven en la avenida Anacaona no tienen tranquilidad los sábados, domingos y demás días festivos, porque llegan gentes sin ninguna educación, sin respecto al prójimo, que colocan parlantes, subiendo el volumen tan alto, que afecta los oídos por el exceso de decibeles, que ponen la música o predicando sobre cualquier religión. El Parque Mirador Sur es un caos, provocado por las autoridades. En un trabajo titulado Mirador Sur de la periodista Ángela Peña sobre el parque dice: “Antes de convertirse en el esplendoroso complejo que se inauguró en 1970, la avenida Mirador Sur era propiedad de Héctor Trujillo, cuando le fue expropiada a la familia Henríquez”. En su libro La Ciudad del Ozama, 500 años de historia urbana, el Arq. Pérez Montás, destaca que la avenida Mirador Sur es el eje del notable conjunto de paisajismo, donde participó el Arq. Manuel Valverde Podestá, quien estaba encargado del paisajismo para dar una belleza inigualable al parque.

Dentro de los artistas que trabajaron para embellecer el parque y la avenida se encuentran Aquiles Azar, Alberto Bass, Ángel Haché, Elsa Núñez, Cándido Bidó, Guillo Pérez, José Cesteros, José Ramón, entre otros. Es decir, que Roberto Salcedo quiere destruir el paisajismo, donde trabajaron tantos artistas criollos, porque con la construcción de esa fábrica de fertilizantes, se echaría abajo el arte de esos talentosos artistas.

Qué difícil es construir en beneficio de la sociedad, pero qué fácil es destruir por ignorancia y placer, destruyendo las grandes obras que hicieron los hombres de visión que registra nuestra historia.