Roberto Salcedo rinde cuentas y defiende su proyecto emblemático para la capital

Roberto Salcedo rinde cuentas y defiende su proyecto emblemático para la capital

POR LLENNIS JIMÉNEZ
El síndico Roberto Salcedo inició ayer el segundo año de su reelección, comprometiendo a convertir al Distrito Nacional en la ciudad más importante y competitiva del Caribe.

 Afirmó, al presentar las  memorias del quinto año consecutivo frente del gobierno local, que ha creado un nuevo paradigma de administración municipal, del cual la población es solidaria y respeta.

Con motivo de un  aniversario más de la Restauración, también fue reelecto el bufete directo de la Sala Capitular del Distrito Nacional, controlado  por el oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Permanece en la presidencia Gabriel Castro, en la vicepresidencia Wini Terrero y en la secretaría Betsi Céspedes. Igualmente, se impuso la reelección en las bancadas de los regidores.  En la vocería peledeísta continúa Pedro Solano, en la perredeísta Geanilda Vásquez y la reformista Milton Ginebra.

Rodeado de la dirigencia política en  la capital, a nivel municipal, Salcedo  defendió su Plan Estratégico de Desarrollo, el proceso de intervención en las 40 principales avenidas de la ciudad de Santo Domingo. Resaltó el resultado del plan de arbolado y las obras realizadas en sectores como La Zurza, Capotillo, Gualey, Las Cañitas, Simón Bolívar y  María Auxiliadora. Hizo un recuento, en vídeo a dos pantallas grandes, de las intervenciones -parques, plazas y calles reparadas- en las tres circunscripciones del Distrito Nacional, y en los que colocó parques denominados Canquiñas. Enfatizó su propósito de hacer una ciudad más humana,  mientras Jorge Taveras tocaba el piano y Claudia Sierra interpretaba la canción Santo Domingo.

 Asistieron el presidente del CONEP, Lisandro Macarrulla, la esposa del síndico, Angelica de Salcedo y los  funcionarios del cabildo. El acto se hizo en el Palacio Consistorial,  por el deplorable estado en que está el salón de la  Sala Capitular, donde los ratones muerden los cables y no hay aire acondicionado.

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